jueves, 26 de noviembre de 2009

Se puede estar a la moda y ser solidario

Distintas organizaciones ofrecen artículos de calidad y dan trabajo a grupos excluidos

Diario La Nación de Buenos Aires, Argentina. Sábado 21 de noviembre de 2009

En un mundo que genera nuevas demandas constantemente, estar a la moda es casi un mandato obligatorio para pertenecer. Los diseñadores del momento marcan el rumbo de las tendencias, y cada vez más los patrones de consumo se acercan al deseo y se alejan de la necesidad.

Mientras los salarios reales y los ingresos bajan, seguir esta corriente se vuelve complicado y, en medio de la vorágine, pocos se detienen a pensar en aquello que se consume.

Sin embargo, en un país que echó raíces en la falta de oportunidades, organizaciones no gubernamentales pensaron en ambos lados del mostrador. En distintos rincones del país crearon proyectos que además de mejorar las condiciones de vida de quienes más lo necesitan, ofrecen productos competitivos en un mercado cada vez más exigente. Sólo resta conocerlos, probarlos y ponerlos de moda.

Teleras santiagueñas
Revitalizar el arte textil de Santiago del Estero es el camino que eligió la Asociación Adobe para convertir un saber ancestral en un oficio que permita hacer frente a la pobreza rural y a la falta de oportunidades.

El proyecto Huarmis Sachamanta, que en voz quichua significa mujer del monte, nació en 2004 y se convirtió en un emprendimiento que transformó a alumnas de la Escuela de Telar en trabajadoras, erradicando así la emigración de las jóvenes hacia centros urbanos como única alternativa para generar ingresos para sus familias.

En la actualidad, 50 artesanas, 20 tejedoras y 30 hilanderas desarrollan alfombras, géneros, chales y tapices artesanales de alta calidad, confeccionados con lana de oveja hilada a mano, tejidos en telas y teñidos con tintes naturales.

Según Sofía Folatelli, coordinadora del programa, el objetivo central es convertir el proyecto "en una fuente de ingresos estable y suficiente para el grupo de artesanas involucradas, que mejore la calidad de vida y brinde como resultado la existencia de una organización de hilanderas y teleras independiente y sustentable".

Hasta el momento, los resultados son sorprendentes, tanto en la Argentina como en el resto del mundo. Aquí se creó la galería de arte textil Spazio Sumampa para difundir y vender los productos, mientras que Milán, Italia, también tiene sus puntos de venta a través de la Associazione Civile/Spazio Culturale Sumampa.

"Queremos que crezca el número de artesanas para que el impacto social sea cada vez mayor. Por eso, desde Adobe vamos a generar nuevos proyectos sustentables, que sean fuentes de trabajo y fomenten la permanencia de los pobladores rurales en sus lugares de origen, con mejores condiciones de vida", compartió Folatelli.

Mediapila es una fundación sin fines de lucro que, por medio de un modelo innovador, busca insertar a la sociedad a madres que viven en situación de indigencia.

El modelo consiste en fomentar la cultura del trabajo por medio de capacitación textil en barrios necesitados. Para que los talleres de corte, estampado y confección puedan mejorar la calidad y aumentar la capacidad productiva, la institución creó una marca de ropa solidaria que confecciona remeras y buzos para todas las edades e indumentaria corporativa.

En este contexto se encarga de identificar a aquellas madres que por falta de educación y capacitación se encuentran en situación de pobreza, y las capacita en el oficio de costureras.

En la actualidad, seis talleres agrupan a 32 mujeres en Capital y Gran Buenos Aires. "Esperamos cambiarle la vida a estas señoras y a sus hijos, logrando que tengan un sueldo digno y que los pequeños no mendiguen en la calle y puedan asistir a la escuela", aseguró José María Sarasola, creador del proyecto.

Ropa para chicos
La Asociación Civil Otro Mercado al Sur también ofrece una amplia gama de productos confeccionados en base a los criterios del comercio justo. Tienen a la venta remeras clásicas para empresas responsables, eventos, organizaciones culturales y educativas. También fabrican remeras para chicos y ropa para bebés.

"Hace un tiempo decidimos enfocarnos en el mercado mayorista. Hoy exportamos a Chile, Costa Rica, Colombia y España. A nilve interno, coordinamos con la gente de Arte y Esperanza, con algunos colegios y fundaciones", comenta Máximo Scatolini, responsable de la administración de la asociación.

Toda su cadena textil busca ser justa y solidaria. Comienza con la producción de algodón de fibra agroecológica de pequeños productores aborígenes tobas del Chaco; el tejido del algodón, los teñidos y el corte se realizan en la Cooperativa Textiles Pigüé, ubicada al sur de la Provincia de Buenos Aires y las prendas se confeccionan en una red de talleres textiles de la provincia de Buenos Aires en concordancia con los principios del comercio justo.

"A los productores les pagamos un 30% más de lo que paga el mercado y nuestras líneas propias siempre transmiten mensajes con contenido social", agrega Scatolini.

Difundiendo el consumo responsable, identificando a quienes están detrás del producto y mostrando en qué condiciones fue realizado, estos tres emprendimientos intentan ser parte de las tendencias actuales y, por sobre todas las cosas, generar nuevas fuentes de trabajo e integración social.

Soledad Avaca
Para LA NACION


CONTACTOS

Asociación Adobe: www.asociacionadobe.com
Otro Mercado Al Sur: www.otromercado.org.ar
Mediapila: www.mediapilapais.com.ar

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