lunes, 28 de septiembre de 2009

Casa Amigable. Utiliza materiales recuperados y ahorrará energía

LA PLATA. Buenos Aires, Argentina- Antes de fin de mes, la municipalidad local prevé dejar inaugurada, por lo menos simbólicamente, la Casa del Bosque, un edificio tecnológicamente sustentable erigido en el seno del bosque platense con materiales reciclados y que utilizará energías alternativas para su funcionamiento.

Se trata de una iniciativa de la Agencia Ambiental de la comuna -una dependencia municipal sin precedentes en el país- que busca, a partir de recuperar una vieja construcción en desuso, brindar un modelo de edificación sustentable, que “combine el ahorro energético y el respeto ambiental con el objetivo de concientización social”, explicó el titular de la citada agencia, Sergio Federovisky.

Desde el diseño y la técnica constructiva, se busca la utilización de materiales reciclados o ambientalmente neutros, como las placas portantes hechas con desechos de cartones de Tetra Brik, que conforman el techo; maderas certificadas, o hierro laminado.

La casa, que será la sede de la Agencia Ambiental y demandará una inversión de unos 600.000 pesos -en parte financiada con un subsidio nacional-, contará con un sistema mixto de paneles fotovoltaicos y un molino eólico, como aporte a la disminución del consumo energético de red.

Mediante ventanas de doble vidrio colocadas en las cubiertas, con orientación al Sur, a fin de no tener iluminación indirecta sin reflejos interiores, se intenta disminuir al máximo el uso de iluminación artificial. También se usarán criterios de iluminación eficiente con lámparas de bajo consumo. Para echar luz al exterior habrá farolas solares fotovoltaicas.

“Vamos a ahorrar cerca del 40% de energía”, promete Federovisky, quien considera que el lugar se constituirá en “un ejemplo de construcción ambiental para la comunidad”. También, entre otras cosas, funcionará allí un museo ambiental itinerante y un centro de divulgación y educación ambiental, según adelantó el funcionario.

Un muro especial
Un muro especial se utilizará para generar energía radiante, para alimentar un amplio espacio multipropósito que domina el lugar, y será ámbito para talleres y muestras vinculadas con el cuidado del medio ambiente.

A su vez, una galería perimetral acotada por paneles con enredaderas de hojas caducas permitirá controlar el impacto calórico del sol en la fachada durante los meses de mayor temperatura. Además, habrá varias chimeneas que servirán para extraer el aire cálido en el verano, mediante el aprovechamiento de corrientes convectivas y contarán con cierres herméticos en invierno.

Los equipos de aire acondicionado y refrigeradores serán de tecnología tipo Greenfreeze, que no utiliza gases que dañan la capa de ozono ni afectan el medio ambiente. En cuanto a las instalaciones pluviales, se realizará una recolección de agua de lluvia en cisterna, para ser elevada a tanques de reserva de agua gris, que se utilizará para el sistema de depósitos de inodoros y red contraincendios.

Sólo se utilizará agua potable en la cocina, lavabo y consumo humano. Las griferías tendrán un mecanismo de regulación de caudal. Además, se adoptará un sistema de descarga cloacal por infiltración, desarrollado por especialistas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), de manera de no requerirse el volcado a la red.

Con el fin de optimizar el tratamiento, se diseñó un tapiz verde de juncos, cuya característica radicular es su alta densidad. El sistema fue dimensionado teniendo en consideración la factibilidad de concurrencia de público para eventos.

En cuanto a los artefactos, cada inodoro contará con dos depósitos, graduados uno a 12 y otro a 5 litros, a fin de utilizarse para el barrido de aguas “marrones” o “amarillas”, respectivamente, a fin de controlar el volumen de disparo de arrastre, con la consecuente economía de agua. Todos los recubrimientos superficiales serán de base al agua y se evitará el uso de otro tipo de pinturas. Tal especificación abarca a convertidores de oxido, esmaltes sintéticos, látex y revestimientos para ladrillos. Fuente: Diario La Nación, Buenos Aires 28/09

lunes, 21 de septiembre de 2009

Trabajar para combatir el hambre

El Banco de Alimentos de Buenos Aires asiste a 480 comedores; necesita más recursos para poder continuar

Diario La Nación (Buenos Aires, Argentina) Domingo 20 de setiembre de 2009 |

Las bocas hambrientas se multiplican a un ritmo inversamente proporcional al de los recursos. Esta es la ecuación que por estos días desvela a los responsables de miles de comedores comunitarios en todo el país, que sienten el más crudo embate de la crisis económica.

"Hasta hace dos años, quienes asistían a los comedores eran principalmente niños. Las madres los acompañaban, pero no se sentaban a la mesa. Ahora, nos piden un plato de comida, lo mismo que los adolescentes, quienes, por vergüenza o para no verse estigmatizados, evitaban concurrir a los comedores.

Todo eso significó que la demanda de alimentos se multiplicara, mientras que las donaciones que abastecen a los comedores son las mismas o menores que antes de la crisis", relata con cierta impotencia Ambrosio Nougues, presidente del Banco de Alimentos de Buenos Aires, una ONG que abastece a unos 480 comedores en la Capital y en el Gran Buenos Aires.

Ver Bancos de Alimentos en un mapa más grande

En total, son más de 78.000 las personas que reciben alimento gracias a la actividad de este banco. "Sin embargo, es poco si se compara con la demanda. Hay otros 300 comedores en lista de espera, a los que concurren unas 75.000 personas, que no podemos incorporar al banco, porque si no aumentan nuestros recursos significa repartir el mismo pan en el doble de bocas", explica Alan Manoukian, director ejecutivo del banco.

Por estos días, la Fundación Banco de Alimentos de Buenos Aires, junto con la Red Argentina de Bancos de Alimentos, impulsa una campaña de toma de conciencia para que la sociedad conozca cuál es la situación real del hambre en el país y también que comprenda que el aporte individual puede ser fundamental a la hora de definir el futuro de un chico.

El Banco de Alimentos es intermediario entre quienes necesitan alimentos y quienes pueden aportarlos, ya sean empresas que aportan productos alimenticios o recursos económicos, así como ciudadanos solidarios que les hacen llegar sus donaciones monetarias para contribuir con la labor de los comedores.

También canalizan la ayuda de personas que se ofrecen como voluntarios para clasificar y organizar la mercadería que será remitida a los comedores en tiempo y forma.

Cabe destacar que el Banco de Alimento de Buenos Aires cuenta con la certificación ISO 9001, que garantiza que las donaciones lleguen efectivamente a sus destinatarios.

Los números que apunta la Red de Bancos de Alimentos resultan desgarradores, cuando se toma conciencia de la cruel realidad que tales cifras representan: hay más de 2,1 millones de personas en la Argentina que no tienen ingresos suficientes como para cubrir sus necesidades alimentarias. En dos de cada tres hogares pobres, algún familiar experimenta hambre. Y hay más: en el país, más de 260.000 niños menores de cinco años tienen algún grado de desnutrición.

Durante el año pasado, la Red distribuyó 4500 toneladas de alimentos entre 1000 organizaciones de base que contribuyen con la alimentación y el desarrollo de 150.000 personas, en su mayoría niños (estas cifras incluyen los bancos de alimentos de Buenos Aires, Jujuy, Mar del Plata, Córdoba, Goya, La Plata, Mar del Plata, Mendoza, Neuquén, Tandil, Tucumán, Valle de Uco y Virasoro, entre otras).

Con el objetivo de conocer cómo había impactado la crisis en los comedores, la Red realizó una encuesta tomando una muestra aleatoria de 210 organizaciones, entre las 1000 que reciben donaciones.

Mayor demanda
"En los últimos seis meses, el 81 por ciento de las organizaciones ha observado un incremento en la demanda de alimentos, aunque sólo el 56% señala haber podido ofrecer una respuesta", dice el informe. Por otra parte, el 98% de los comedores dijo haber percibido un incremento en el precio de los alimentos durante los últimos seis meses y el 63%, haber sufrido una disminución de sus recursos en ese período.

¿Qué ocurre entonces? El 23% de las organizaciones ha disminuido la compra de ciertos alimentos y el 14% redujo el valor nutricional de la comida proporcionada.

"El 88% aseguró que haber retirado alimentos de los bancos le permitió mejorar sus servicios alimentarios", detalló Alfredo Kasdorf, presidente de la Red. A modo de ejemplo, se citan datos de la consultora SEL, que señalan que hay 452.000 chicos menores de 14 años que están por debajo de la línea de indigencia en el Gran Buenos Aires.

"El Banco de Alimentos de Buenos Aires atiende al 10,8% de esa población. Desde su creación, en 2001, siempre la necesidad ha sido superior a la donación de alimentos", señala el informe, que arriba a una conclusión incontrastable: "Los Bancos de Alimentos tienen que crecer mucho para poder ayudar a cubrir el déficit alimentario de la población".

Quienes quieran contribuir con esa tarea pueden hacerlo comunicándose con la Fundación Banco de Alimentos de Buenos Aires, al 4724-0203 o www.bancodealimentos.org.ar .

La Argentina, en un foro de alimentación

La Agencia para la Agricultura y la Alimentación (FAO) invitó especialmente al Centro de Lucha contra el Hambre, de la Universidad de Buenos Aires, para participar de un foro de especialistas en alimentación, que reúne a treinta expertos académicos. Este centro universitario desarrolla programas de nutrición y de producción de alimentos para los sectores más postergados. El objetivo del foro es crear un ámbito abierto para debatir los desafíos más importantes en relación con la agricultura mundial durante los próximos años, en particular, duplicar la producción de alimentos y proveer a la demanda de recursos agrícolas.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Es posible construir viviendas dignas para todos

Revista del diario La Nación (Buenos Aires, Argentina. Domingo 13 de septiembre de 2009)

El problema habitacional es uno de los grandes asuntos pendientes del planeta. Ronald Terwilliger, filántropo y presidente de la ONG Hábitat para la Humanidad, es un experto en el tema. Estuvo en el país, y aseguró que es posible construir viviendas dignas para todos

Brilla el sol. Y J. Ronald Terwilliger brilla este mediodía en el asentamiento 22 de Enero, en La Matanza. Camina y sonríe. Brilla su rostro color crema, y en sus mejillas recién llegadas se dibujan manchas rojas. Los zapatos de cuero muerden la tierra opaca, ajada, las calles sin nombre. Ron Terwilliger aterrizó hace minutos en el aeropuerto de Ezeiza. Sin escalas, vino directo al barrio pobre. Y lo que ven sus ojos azules es una hilera de casas sin revoque, alambrados, cacharros, sillas viejas, gallinas, perros. Niños que juegan con palanganas de agua. Un grupo de gente con remeras azules que dicen Hábitat para la Humanidad. Hábitat es una ONG que busca desterrar del planeta las viviendas deplorables. Terwilliger es, entre otras cosas, su presidente. La organización fue fundada en 1976 por un matrimonio de jóvenes de Georgia (Estados Unidos), Millard y Linda Fuller. Antes de cumplir 30 años, los Fuller habían amasado su primer millón de dólares. Un día decidieron cambiar de vida, practicar los preceptos cristianos. Predicar por el mundo la idea de que todos deberíamos vivir en un techo decente. Así nació Hábitat, para ayudar a construir casas sencillas y dignas. Muchas de las 2500 familias de este asentamiento tienen serios problemas para lograr ese objetivo. O lo han tenido. Por eso, entre quienes reciben al señor Terwilliger hay una decena de personas del barrio. Con impecables delantales y gorros de cocinero, ofrecen a Terwilliger empanadas de carne, sopa paraguaya y chipá cocinados en el horno solar del emprendimiento local Sol de Pan.

Así comenzó la gira que trajo al país al señor Terwilliger. A 24 kilómetros de la Capital, en el conurbano profundo. El 22 de Enero es un barrio de albañiles, zapateros, mujeres que hacen ingeniería en transporte para llegar a sus trabajos de empleadas domésticas. Déficit sanitario, viviendas precarias, basura. El señor Terwilliger reluce en este escenario, no sólo por estar en el vértice opuesto de la pirámide social. Actúa con la certeza de los que creen en algo.

Mira las empanadas con ganas y dice que va a probar un poco de todo. Bebe gaseosa, habla con los cocineros del proyecto comunitario de Fundación Concordia, pregunta por el horno solar, cuánto costó. Ana Cutts, directora nacional de Hábitat, oficia de traductora. A quien le pregunte qué lo trae por acá, Terwilliger dirá con naturalidad: "Los Objetivos del Milenio". Su trabajo hoy tiene que ver con una de las metas de Naciones Unidas: "Mejorar para 2020 la vida de por lo menos 1200 millones de habitantes de barrios marginales". En ningún momento el señor Terwilliger dejará de sonreír con sus labios finitos, ni de preguntar por detalles del barrio, como, por ejemplo, si tienen agua potable (a lo que le responderán: "Algunos"). En ningún momento los presentes dejaremos de pensar qué hace este hombre acá. Cómo llegó a ser quien es.

Millonario y filántropo
Ronald Terwilliger vive un poco en Long Island y otro poco en Atlanta, tiene 67 años, una esposa en segundas nupcias llamada Fran, dos hijas, cuatro nietos, y fama de ser uno de los hombres de negocios con más peso en la construcción norteamericana. Multimillonario. Filántropo. Durante 30 años dirigió la compañía número uno de desarrollo inmobiliario multifamiliar en los Estados Unidos. Desde 2008está en el Hall de la Fama de la Asociación Nacional de Constructores de su país. En junio último, este señor que agradece el almuerzo y empieza la caminata bajo el sol fue declarado Persona del Año por el Consejo Nacional de la Vivienda de Estados Unidos.

El joven Ron se graduó con honores en la Academia Naval clase 1963, jugó al béisbol, al básquet, y sirvió cinco años en la marina. Hizo un MBA en la Escuela de Negocios de Harvard y logró la distinción académica más alta. La mayoría de los premios que llegaron después son fruto de su rol como CEO de Tram­mell Crow Residential (TCR), el mayor desarrollador de departamentos y condominios estadounidense. También colaboró en planes de vivienda con Shirley Franklin, alcaldesa de Atlanta, donde TCR tiene sus oficinas centrales. Entre 1999 y 2001 dirigió el Urban Land Institute (ULI), del que aún participa. Ha aportado varios millones de dólares a esta y a otras oficinas que se ocupan del tema. Desde 2000 integra el consejo directivo de Hábitat para la Humanidad Internacional. Hace un año fue elegido presidente del consejo, la posición más alta de esta ONG cristiana, no confesional, que trabaja en 100 países con 500.000voluntarios.

Familias trabajando
La familia de Rita es una de las 150 que en nuestro país mejoraron su hogar con ayuda de Hábitat. Ella fue la primera vecina que contó con un crédito en el barrio. Por eso, el señor Terwilliger y la comitiva se detienen frente a esta casa de ladrillos a la vista en una calle sin nombre, manzana 16, casa 4. Se acercan varios perros ladrando. "Hi, doggies", dice el magnate de la construcción. Alguien susurra que le dan miedo los perros.

En su casa, Rita le cuenta que llegó al barrio hace tres años; vivía en un galpón de dos por dos. Su hijito tenía un problema de salud y se quedó a vivir acá para que pudieran tratarlo en el hospital Garrahan. "Con el crédito de Hábitat terminamos el techo, y pusimos las ventanas y las puertas."

-¿Quién hizo el trabajo?, pregunta Terwilliger.

-La familia, mi marido. Está trabajando en una marroquinería en Lugano -responde ella.

-¿Usted se dedica a la panadería? -pregunta él.

Rita asiente. Colabora con la ecopanadería comunitaria que coordina la Fundación Concordia, otra organización que trabaja en el barrio, en red con Caritas y Hábitat. Sus dos hijos merodean. En el centro del comedor hay un mapa de la Argentina y un almanaque con la figura de San Cayetano. Al salir, Terwilliger pregunta a los voluntarios.

-¿El terreno es de ellos?

-Sí. Tienen un papel.

El líder de la construcción piensa que "la tenencia segura, esa libertad que damos por sentada, el derecho a vivir sin miedo a ser expulsado de tu casa el día de mañana, es necesaria para aliviar la miseria de 1600 millones de personas que viven en viviendas deficientes en el mundo".

Mientras caminamos hacia otras casas, los voluntarios y los directivos locales rodean al presidente. Está Torre Nelson, vicepresidente de Hábitat en América latina y Caribe; Bryan Miller, que se ocupa de las campañas para conseguir fondos; Ariel Sosa, Adriana Pérsico, Diego Reynoso, María Magno y Johan Torroledo, de Hábitat Argentina; Leonor y Carlos Castro, de la Fundación Concordia. Diego explica que los créditos de este programa, Mejoras Progresivas, son de hasta 4000 pesos, y para devolver en tres años. No se cobra interés, sino una cuota escalonada. Cuanto más rápido se devuelve, menos se paga. Los fondos salen de la oficina nacional. Algunos vecinos tienen en trámite subsidios del Plan Federal de Vivienda, pero la cosa demora. De fondo suenan la cumbia y el chamamé.

En cada hogar, Terwilliger saluda, recorre, mira, escucha, pregunta. El de Blanca y Humberto es un ambiente que funciona como taller y dormitorio. De un lado, la cama doble; en un rincón, la heladera, y en el breve espacio restante, las máquinas de coser.

-Teníamos letrina. Nuestra mejora es el baño, dice Humberto, con todo el orgullo parado en el único centímetro de suelo libre.

Terwilliger le pregunta de qué viven.

-Trabajos de costura -explica Humberto, además colaborador de Sol de Pan.

Cosen pantalones de campo. Se venden en La Salada a 60 pesos cada uno, y reciben 4 pesos por unidad.

-¿Cuántos hacen en una hora?, quiere saber el presidente de Hábitat.

-Como mucho, tres pantalones entre dos personas.

La recorrida termina en casa de Viviana, que se ha quitado el atuendo de cocinera. Terwilliger observa los dos dormitorios.

-La mejora son los techos y el revoque de paredes. Tengo cinco hijos. Mi marido es chofer de una empresa de camiones. Yo trabajo en casas de familia ?dice ella y ofrece jugo.

Terwilliger se sienta, conversa. Siempre estuvo convencido de algo: "Comida, ropa y techo son un derecho de todos los ciudadanos. En algunos países creen que este derecho es responsabilidad del gobierno. No conozco un gobierno con semejante compromiso con el tema ni con tantos recursos para hacerlo".

-¿Hacia dónde va la crisis habitacional en el mundo?

-Está cada vez peor. Cada vez más gente tiene problemas para acceder a una vivienda. Desde 2008, más de la mitad de la población humana vive en zonas urbanas. En mi vida tuve oportunidad de ver el rol crucial que juega una vivienda digna en la vida de las personas, especialmente en la de los más pobres. Hay que dar esa oportunidad para acceder a una casa, pequeña pero con servicios básicos. Lo importante es esa primera chance. Si a una persona pobre le das la oportunidad, el esfuerzo lo hace. La prueba es que todas las familias pagan la cuota y están devolviendo los créditos. No es que no puedan.

-¿Cuál sería el primer paso para encontrar una solución?

-Lo primero es reconocer que hay un problema. No podemos esperar que el gobierno ni determinado sector pongan todo el capital. Los que fuimos afortunados tenemos la responsabilidad de ayudar.

-¿Usted vino a pedirles a los empresarios argentinos que colaboren con esta causa?

-Sí, hay que probar, hay que pedir. Lo importante es plantear esta experiencia, ver que otra persona lo hace puede funcionar como un ejemplo de confianza. He donado 15 millones de dólares a esta causa.

-¿Por dónde pasa la solución?

-Mi creencia es que las organizaciones de la sociedad civil y las corporaciones pueden ayudar. Todos pueden aportar al problema, pero está claro que sin la colaboración del gobierno no se puede.

-¿Por qué elige militar desde una ONG?

-Porque las organizaciones necesitan voluntarios como yo. El gobierno tiene la plata, pero nosotros tenemos la experiencia y el éxito en el sector. La credibilidad pasa por ahí.

-¿Qué saca de estas recorridas?

-Aprendo mucho; por ejemplo, que Hábitat debe ser flexible. Las culturas son muy diversas; hay que ser muy innovador para saber cómo ayudar a una familia. Cada ser humano debe tener la oportunidad de mejorar.

-¿Por qué hace esto?

-Porque quiero influir sobre el tema. En los últimos años hice planes para ayudar a subir a los que no tuvieron tanta suerte como yo. Hay un versículo bíblico que lo dice claro: "A aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará. Al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá".

Por María Eugenia Ludueña


Más datos: www.hpha.org.ar

Hábitat en la Argentina
Hábitat para la Humanidad Internacional es una organización cristiana, ecuménica, que desde 1976 trabaja en más de cien países con la idea de que todos tenemos derecho a una vivienda digna. Lleva construidas 300.000 casas y ha provisto de un hogar digno a más de 900.000 personas.

"Hay que hacer mucho más que casas: hay que buscar hacer comunidad", explican los voluntarios locales. Desde 2002, la organización tiene su oficina Hábitat para la Humanidad Argentina. Desarrolla proyectos en las provincias de Buenos Aires y de Santa Fe, y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Funciona con donaciones y voluntarios. Cobra a las familias que ayuda las cuotas de una hipoteca. Este pago pasa a engrosar un fondo rotativo con el que se construyen más casas. Realiza sus proyectos con recursos propios del programa nacional y busca el apoyo de empresas, donantes, fundaciones y gobiernos que le permita lograr la concreción de 750 soluciones habitacionales hasta 2012.

Para hacerlo desarrolla diferentes proyectos.


Alquileres tutelados: un programa que genera lazos entre los propietarios de viviendas en desuso y familias que viven en hoteles. Hábitat se ofrece como garantía financiera y otorga microcréditos para que las familias que viven en pensiones puedan acceder a un alquiler formal.


Reciclando hogares: existen 87.000 familias en la ciudad de Buenos Aires y 100.000 propiedades deshabitadas. Hábitat ha diseñado un proyecto para que esas propiedades pueden reciclarse y recuperarse en valor. Ya lo hizo con un edificio emblemático en el barrio de La Boca.


Mejoras progresivas: Hábitat buscó alianzas con organizaciones que trabajan en barrios precarios. Así, se conectó con la Fundación Concordia y con Caritas en el Asentamiento 22 de Enero. Y se acercó al barrio a través de talleres comunitarios de vivienda y desarrollo sustentable.


Esfuerzos compartidos: también realiza trabajo de cooperación con los planes de vivienda encarados desde el Estado.

Muestra en La Boca
Hábitat para la Humanidad Argentina (HPHA) realiza una muestra en un conventillo en desuso de La Boca; el objetivo es concientizar a los visitantes sobre el problema habitacional de la Ciudad de Buenos Aires y animarlos a que se sumen a ser parte de la solución. HPHA adquirió el conventillo con el fin de transformarlo en un edificio sencillo, seguro y económico para ofrecer los departamentos a familias de bajos recursos mediante alquileres.
Más datos: eventos@hpha.org.ar

Ir a la escuela incluye computadora

Utopía tecnológica / Es el primer país del mundo en lograr que todos los chicos tengan acceso a Internet

En Uruguay, un plan del gobierno entrega una laptop a cada alumno y a cada maestro del nivel primario

Diario La Nación (Buenos Aires, Argentina) Domingo 13 de septiembre de 2009

MONTEVIDEO.- Pensar un país donde todos los alumnos de las escuelas primarias tengan su propia computadora portátil con conexión a Internet inalámbrica tiene sabor a utopía. Sin embargo, Uruguay se convertirá dentro de dos semanas en el primer país del mundo en lograrlo.

De los 2360 colegios primarios estatales en todo el territorio, sólo resta que reciban su computadora los alumnos de 33 escuelas de Montevideo. Así, el plan Ceibal, que lanzó el gobierno de Tabaré Vázquez hace tres años, está por cumplir la ambiciosa meta de que cada chico y cada maestro de primaria del país tengan su laptop con banda ancha.

A media hora del centro histórico de Montevideo está la escuela 95, en la localidad de La Boyada, dentro de un asentamiento conocido como "la isla", porque allí no hay club ni supermercado ni cíber, y sólo pasa un colectivo. La directora de la escuela, Flora Fernández, enfatiza la descripción de la zona para señalar la importancia de que cada alumno tenga su computadora con Internet inalámbrica, en un contexto social en el que "la única referencia de la familia y de los chicos es la escuela".

En el aula de 6° grado está Alister Gaitur, que cuenta con entusiasmo que bajaron fotos del cuadro Guernica "para conocerlo más en la clase que dio la maestra sobre Picasso". Su compañero Michael Moreira relata que su padre, que arregla televisores, le pide prestada la "XO" (nombre que recibe la máquina) para buscar precios de repuestos en Internet. Como cada chico es dueño de la laptop que le regaló el gobierno, hay muchas familias que por primera vez tienen una computadora en su hogar.

"Esto es revolucionario, más en un país donde la brecha digital era tan grande", dice la joven maestra Alicia López, de la escuela 95, y agrega: "Es sin duda una herramienta fundamental para los que elegimos transformar parte de la realidad desde la educación".

El origen de la idea
En diciembre de 2006, el presidente Tabaré Vázquez lanzó el plan, un año después de haber escuchado la propuesta que el norteamericano Nicholas Negroponte presentó en el Foro Económico Mundial de Davos de producir computadoras portátiles de bajo costo -un desarrollo del MIT- para disminuir la brecha digital en los países menos desarrollados. Vázquez dijo que para 2009 habría una computadora por niño para "equiparar tecnológicamente" a todos los chicos. Se decidió comenzar desde el interior del país hacia la capital.

El costo total del plan Ceibal es de unos US$ 120 millones en tres años. En tanto, el presupuesto del año pasado destinado a la educación básica fue de unos 840 millones de dólares. El costo promedio de cada laptop es de 188 dólares (con impuestos asciende a US$ 230).

Pero el plan excede la órbita del sistema educativo e involucra a organismos como el Laboratorio Tecnológico de Uruguay (LATU) y la agencia estatal de telecomunicaciones (Antel). "Nos propusimos resolver todos los problemas para poder llevar adelante este plan. Sólo 5000 chicos a fin de año no tendrán conexión a Internet por dificultades que se resolverán", dijo Miguel Brechner, presidente del LATU.

Ya se entregaron 369.000 computadoras, que incluyen aquellas para niños ciegos, con discapacidades motrices, sordos y con escasa visión. Y hay 18.000 para maestros.

Una herramienta más
En el pueblo 25 de Agosto, a casi dos horas del centro de Montevideo, la maestra Mariela Pérez no podía trabajar con diarios porque no llegaban. Pero desde marzo del año pasado, los alumnos de la escuela 47 tienen acceso a un universo de periódicos inimaginable poco tiempo antes, debido al acceso a Internet.

En la misma escuela, en una clase de 5° grado, grupos de alumnos estaban frente a sus computadoras y tomando nota en sus cuadernos. Apenas se oía un murmullo. Tenían abierta una página de Wikipedia en la que aparecía una imagen del general San Martín, porque en estos días están investigando sobre la independencia en los países de América latina.

Las computadoras pesan 2,5 kg, trabajan sobre la plataforma Linux, tienen programas que fueron especialmente diseñados y un filtro de navegación. Con ella también pueden tomar fotografías, filmar videos y tienen un diseño que les permite adoptar la forma de un libro.

Desde este año se ofrece el plan Ceibal a las 328 escuelas privadas, pero, en este caso, las instituciones deben pagar las máquinas, con distintos descuentos según la matrícula del colegio.

También desde este año se está reforzando la capacitación docente, por lo cual en cada colegio habrá un maestro de apoyo hasta fin de año y "maestras dinamizadoras" que organizan grupos de formación estables. "La realidad nos llevó a la conclusión de que el plan, si no está liderado por los docentes, fracasa", indicó Edith Moraes, directora general de educación primaria.

Muchos maestros están entusiasmados, pero sienten que deberían haber tenido más capacitación previa. Es común oírlos decir que hay cosas que descubren primero los alumnos que ellos y que aún les falta un trayecto por recorrer para poder aprovechar todo el potencial educativo que tiene la computadora.

Lo que sí ya está claro es que cada alumno uruguayo tiene las mismas oportunidades para ser una persona alfabetizada digitalmente. Un paso hacia la equidad.

En la Argentina, una versión reducida

En 2005, durante la gestión del ex ministro de Educación Daniel Filmus, el gobierno argentino anunció la intención de formar parte de la iniciativa de Negroponte para llegar con computadoras a un millón de alumnos. El proyecto no se concretó y, en cambio, se optó por un programa que desde abril próximo distribuirá una computadora a cada alumno y a docentes de las escuelas secundarias técnicas (231.000 estudiantes y 25.000 profesores). Aún no concluyó la licitación para la compra de las computadoras, y se espera que el costo de cada máquina ronde los 200 dólares. La inversión total será de unos US$ 84 millones.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Escuelas solidarias

Publicado 20 de agosto de 2009 por la SIP (Servicio de Información Pública) del Gobierno de Chubut, Argentina
noticias.chubut.gov.ar

Alumnos de Lago Villa Futalaufquen obtuvieron el Premio Presidencial “Escuelas Solidarias 2009″
El establecimiento escolar cordillerano fue seleccionado entre instituciones de todo el país por la gestión del primer vivero de especies nativas de la zona

La escuela nº 25 “Delia Medici de Chayep”, de Lago Villa Futalaufquen, fue seleccionada entre establecimientos educativos de todo el país como ganadora del Premio Presidencial “Escuelas Solidarias 2009”, designación efectuada por el Ministerio de Educación de la Nación por el desarrollo de experiencias educativas comunitarias y de compromiso ciudadano.


El premio de relevancia nacional que la escuela de la cordillera chubutense obtuvo en el marco de la sexta edición de esta iniciativa es producto de la presentación de un proyecto solidario denominado “Establecimiento y gestión del primer vivero de especies nativas de la zona, colaborando con Parques Nacionales para la reforestación y preservación de la flora local”.

Los jóvenes alumnos ganadores del Premio Presidencial “Escuelas Solidarias” recibirán este viernes la distinción en el marco de la realización del XII Seminario Internacional de Aprendizaje y Servicio Solidario, evento que se reunirá a jóvenes estudiantes de todo el país en el Salón de Actos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires en la Capital Federal.

LA EXPERIENCIA CHUBUTENSE

El proyecto presentado por la escuela nº 25 de Villa Futalaufquen, que le permitió obtener el Premio Presidencial 2009, surge a raíz de un incendio efectuado detrás del establecimiento escolar, afectando un total de 15 hectáreas de bosque nativo.

Producto de los acontecimientos, 52 alumnos de la escuela (desde nivel inicial hasta 3º grado) iniciaron un trabajo de recolección de semillas para luego poder reforestar el lugar en conjunto con Parques Nacionales.

El objetivo planteado es la reforestación de sectores dañados por incendios y por el hombre, la posibilidad de venta de plantines a precios promocionales para así evitar el furtivismo y la capacitación a los chicos en emprendimientos productivos de especies nativas. Las especies con las cuales trabajan son entre otras, radal, ñire, arrayán, maitenes, pehuenes y alerces.

En el proyecto trabajan los 52 alumnos de la escuela en conjunto con el maestro de Huerta, Boris Saez, y la asistente infantil de la escuela Edubina Baeza, con el apoyo de la directora del establecimiento, Sandra Ortiz.

MENCIONES DE HONOR PARA OTRAS ESCUELAS DE LA PROVINCIA

En el marco de la iniciativa, otras dos instituciones educativas de la provincia, ambas de gestión estatal, recibieron menciones de Honor por el desarrollo de proyectos solidarios en sus comunidades.

Se trata del Colegio Universitario Patagónico de Comodoro Rivadavia, seleccionado como finalista por la realización de pasantías solidarias al servicio de escuelas y organizaciones comunitarias: apoyo escolar, actividades de mediación y recreativas, y otras iniciativas gestionadas por los estudiantes.

Y la escuela de nivel inicial n° 420 de El Maitén distinguida por el desarrollo de cría y siembra de alevinos en colaboración con las familias y la Dirección de Pesca local para preservar el patrimonio ictícola.

ESCUELAS SOLIDARIAS

El Premio Presidencial “Escuelas Solidarias”, destinado a escuelas e instituciones de Educación Superior de gestión estatal o privada de todo el país, propicia el trabajo en conjunto entre alumnos, docentes y organizaciones de la sociedad civil y tiene como objeto reconocer a las escuelas que mejor integren el aprendizaje académico de los estudiantes con el servicio solidario a la comunidad; y fortalecer y difundir una cultura participativa y solidaria.

La Presidencia de la Nación convoca anualmente a las instituciones educativas que estén desarrollando experiencias educativas solidarias. El certamen lleva recopilados, desde su inicio, 21.536 proyectos de estas características.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Cómo un acuerdo entre Estado, empresas y ONGs mejora el acceso a la educación

Diario La Nación (Buenos Aires, Argentina). Sábado 5 de septiembre de 2009

Escuelas del bicentenario / Una idea que beneficia a 5000 alumnos
Un pueblo contra el fracaso escolar
Una alianza del Estado local, empresas y ONG capacita maestros y equipa escuelas en Gobernador Virasoro

GOBERNADOR VIRASORO, Corrientes.- En esta ciudad del noroeste correntino, donde el 70% de la población tiene menos de 30 años y, de ese total, el 30%, menos de 9, la comunidad asumió como propio un programa de la Unesco y la Universidad de San Andrés y puso a todas sus escuelas primarias a trabajar para combatir el fracaso escolar.

"Por fin, vamos a tener esa equidad educativa de la que tanto se habla", dijo con espontánea alegría la maestra Mercedes Ramírez de López, mientras despedía a los 51 alumnos de la escuela rural Nº 225 del paraje Cailar Cué, que regresan a sus casas en un carro tirado por un tractor.

Allí, las clases dependen del transporte y del tiempo. El paraje está a 80 kilómetros de Gobernador Virasoro y, si en la estancia cercana que provee el tractor no hay combustible disponible o utilizan el vehículo para tareas forestales, los chicos se quedan sin ir al colegio. Lo mismo pasa si la lluvia se ensaña con los caminos.

Las fragilidades y las necesidades más diversas saltan a la vista en todo el sistema escolar de esta ciudad, a 90 kilómetros de Posadas. Las últimas estadísticas son bravas: el 15,4% de los alumnos repite el grado en la primaria y el 21,2% fracasa en primer grado. Eso llevó a formar una alianza inédita entre las autoridades locales y provinciales, empresas privadas y organizaciones civiles para mejorar el rumbo de la educación.

Así, los 5000 alumnos de las 16 escuelas estatales (ocho urbanas y ocho rurales), juntos a sus 200 docentes, son beneficiados por el programa Escuelas del Bicentenario, que la Universidad de San Andrés y el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE-Unesco) desarrollan desde hace un año en esta zona, mediante un plan de capacitación integral a maestros y directores, en lengua, matemática y ciencias, al que suman la provisión de 17.000 libros para los chicos y las bibliotecas de aula, computadoras y otras herramientas.

"La idea no es vender un enlatado", dijo la socióloga Romina Campopiano, directora ejecutiva de Escuelas del Bicentenario, al explicar a LA NACION en el terreno las características del plan, que se aplica en 87 escuelas de las provincias de Buenos Aires, Corrientes, Chaco, Santa Cruz y Tucumán, donde en muchos casos el índice de alumnos que repiten bajó más de un 40 por ciento. A diferencia del resto del país, Gobernador Virasoro es el primer distrito en el que la experiencia llega a todas las escuelas del lugar, con el propósito de acercar los caminos de la calidad y la equidad, que en educación siempre se bifurcan.



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Con lluvia, sin clases
"Nosotros estamos en el casco urbano, pero la mayoría de los chicos están en la periferia. Los días de lluvia los padres no los mandan", comentó Graciela Navajas, directora de la Escuela Nº 86, donde una lámina con consejos de higiene alimentaria recibe cada día a 720 alumnos. Muchos no terminarán allí porque sus padres son trabajadores golondrina y sus estudios dependen de las cosechas y del calendario forestal.

Los 33 docentes de primero a sexto grado se suman a las capacitaciones en horas de servicio de Bicentenario, como todos llaman al proyecto, que sienten como propio. "La escuela hace un gran esfuerzo para acomodar los horarios y evitar que los chicos pierdan tiempo de clase", explicó Damián Zagdanski, responsable del equipo de gestión en Virasoro. Los maestros y directores debieron redoblar los esfuerzos, al achicarse el calendario por las tres semanas del receso de invierno, prolongado por la gripe A, y los 28 días de paros docentes en algunas escuelas.

"Si sos responsable y querés resultados, hay que renovar las estrategias", dijo María del Carmen Screpnik, maestra de quinto grado que, con elementos cotidianos (bolsas, cintas, yerba), construyó con sus alumnos la maqueta de un aparato digestivo. A la hora de enseñar ciencias, la consigna es comprobar hipótesis en clase y llegar al libro luego de las primeras deducciones personales. En primera fila, Jessica Almeida mostraba orgullosa su cuaderno.

La magia de los libros
El programa edita los textos para que lleguen a las aulas y en todo el país ya distribuyó más de 120.000 libros. "No los queremos en un armario; queremos que los chicos se los apropien, los usen y los marquen", dijo Campopiano. De ello puede dar fe el maestro Luis María Salinas, que comparte los cuentos con sus alumnos de primer grado en la Escuela Nº 851 del paraje San Justo, a tres kilómetros del centro.

El mobiliario está gastado y viejo, pero el entusiasmo y las ganas se renovaron con las actividades propuestas. "Muchos maestros decían que leer cuentos en el aula era perder el tiempo. Ahora hay días fijos de lectura; se trabaja con la biblioteca; hay una agenda y un recorrido de textos en el cuaderno, para que los padres sepan qué leen sus hijos", explicó la docente Ana María Franco, capacitadora de lengua.

"Antes pensábamos que leíamos sólo cuando teníamos lengua. Hoy nos damos cuenta que leemos e interpretamos textos en las clases de ciencias naturales", admitió la maestra Mercedes, de la escuela rural N° 225, delante de sus alumnos.

Mercedes acompaña desde el año pasado a su esposo Esteban López, de 61 años y director de la escuela rural desde hace 11, en un predio que hasta el año pasado no tenía luz eléctrica. Se colocaron paneles de energía solar y los chicos saben que la energía es un elemento vital que hay que cuidar. "Cuando hace frío y el sol se tapa varios días, no hay luz", sintetizó uno de los alumnos.

En todo el país

En conjunto . Escuelas del Bicentenario es un programa de la Universidad de San Andrés y del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE-Unesco), que promueve acciones de gobiernos y empresas privadas para mejorar la calidad de las escuelas primarias.


Población . En Gobernador Virasoro llega a todas las escuelas urbanas y rurales, con 5000 alumnos primarios y 20.000 docentes.


Aportes . Allí el programa es sostenido por las fundaciones Victoria Jean Navajas y Mundo Sano, y las empresas Bosques del Plata, el Banco Galicia y Telecom. Tiene el apoyo de la Fundación La Nacion.


Otras localidades . La experiencia se aplica también en 87 escuelas distribuidas en Campana, Pilar, Ensenada y Carlos Casares (provincia de Buenos Aires), Barranqueras (Chaco), Caleta Olivia y Las Heras (Santa Cruz), la capital de Corrientes y varias localidades de Tucumán.

Mejor prevenir que compensar

"Cuando hay muchos chicos que repiten de grado la solución no es aprobar a todos. Lo que intentamos es prevenir", explicó Romina Campopiano, directora ejecutiva de Escuelas del Bicentenario. "No tenemos que actuar cuando los chicos ya repitieron, sino antes. Trabajamos con los docentes para anticiparnos y no tener que tomar después medidas compensatorias", señaló. Asociado a la figura del andamio, el diseño de Escuelas del Bicentenario ?cuya directora general es Silvina Gvirtz? está pensado para acompañar durante cuatro años a los directores y docentes para que después puedan seguir marchando solos.