lunes, 22 de diciembre de 2008

Solidaridad sobre ruedas

Valentín Melo, de 11, recibió el premio al Voluntario del Año, otorgado por la Red Solidaria Firmat, por su enorme compromiso social y por ser un referente local

Fuente Diario La Nación (Argentina)Suplemento Comunidad. Sábado 20 de diciembre de 2008

Junto a su bicicleta y su carrito recorre las calles del barrio juntando tapitas para el hospital Garrahan
SANTA FE.- Firmat es una ciudad del departamento de General López, en Santa Fe. A 107 kilómetros de Rosario y a 58 de Venado Tuerto, está adornada por campos de maíz, silos, camiones y extensos espacios verdes.

De sus 36.500 habitantes, Valentín Melo se destaca no sólo por su sensibilidad social, sino también por su inagotable iniciativa, que lo llevó a ser un referente local de las movidas solidarias con tan sólo 11 años.

Junto a su bicicleta roja y su carrito de madera recorre las calles juntando lo que haga falta para ayudar al prójimo: comida, juguetes, tapitas de botellas, cartón o plástico. Por esta gran vocación de servicio, la Red Solidaria Firmat lo premió, la semana última, como el Voluntario del Año.

El primer carrito, que armó en 2007 - ya dando muestras de ser un gran autodidacta- lo hizo con sus manos utilizando unas ruedas que sacó de una máquina de cortar pasto. Allí apilaba los manojos de laurel que sacaba de la huerta de su abuelo y los vendía para ganar algo de plata.

"A fines de 2007 iba a vestir el carrito con motivos navideños y se me ocurrió ir casa por casa juntando comida para las Fiestas, como pan dulce, para el hogar de chicos de acá cerca. No les había dicho nada, así que fue todo sorpresa para ellos", cuenta Valentín, al recordar la primera movida solidaria que organizó. La generosidad de sus vecinos lo ayudaron a conseguir comida, ropa y también juguetes. "Siempre alguno de mis amigos me acompañaba a juntar las cosas, así que fuimos todos a entregar las cosas al hogar", agregó este niño con mirada pícara y sonrisa cómplice.

Este año, su papá, Julio, que tiene una carpintería le armó un carrito más grande y resistente último modelo . Tiene luces para que lo vean a la noche, guiños para respetar las reglas de tránsito y música. "Después de la movida de Navidad, el carrito que tenía quedó destruido, así que le armé otro nuevo", explicó.

En abril, cuando se enteró por medio de su mamá de que el hospital Garrahan estaba juntando tapitas, fue a hablar con la directora del Instituto Virgen de la Merced -del cual es alumno- para organizar una campaña en toda la escuela. "Nosotros no sabíamos nada de esta iniciativa. Valentín vino un día a contarme y le propuse que invitara al resto de los alumnos del colegio a participar. Pusimos una caja y él todos los días las recogía", contó Norma Leiva, directora del colegio.

Cerrar el círculo
A través de una maestra del colegio que colabora con la Red Solidaria Firmat se enteró de que esta organización se estaba encargando de reunir todas las tapitas de la ciudad, y eso era lo que faltaba para cerrar el círculo.

Valentín se entusiasmó con esta acción y empezó a llevar tachos de helado a todos los negocios, supermercados y verdulerías para que ellos también pudiesen sumarse. Una vez por semana hacía el recorrido y llevaba todo lo recaudado a la Red Solidaria.

"Nos sorprendió gratamente darnos cuenta de que los que más colaboraron con esta campaña fueron los chicos. Gracias a ellos pudimos juntar papel y 15.000 tapitas que fueron enviados a Buenos Aires", contó Marylin Sacnun, responsable de la Red Solidaria Firmat. Por este motivo, y porque Valentín fue el líder de esta iniciativa, es que aprovecharon el fin de curso del Instituto Virgen de la Merced para hacerle entrega de la distinción del Voluntario del Año. "Cuesta mucho pasar de la emoción a la acción y los chicos nos dieron el ejemplo en esta campaña. Este premio tiene como objetivo destacar la labor de Valentín y a su vez contagiar a otros chicos con su espíritu solidario", dijo Marylin durante la entrega.

Además, gracias a la colaboración del diario regional Pueblo , Valentín recibió una bicicleta nueva como forma de reconocimiento. "La que tiene está bastante gastada, así que nos pareció que iba a ser un buen regalo", agregó.

Valentín, sorprendido por el galradón, recibió la bicicleta con una enorme sonrisa y aclaró que no la iba a usar para el carrito. "Esta me la quedo para pasear", dijo entusiasmado este chico al que le gusta la electricidad, tiene mucha facilidad para las caricaturas y juega al rugby.

A sus actividades solidarias también se suma la de colaborar con la patrulla ambiental juntando papel y botellas. Allí también lo premiaron por su labor solidaria con lámparas de bajo consumo y bolsas de compost.

Desde la escuela destacaron la importancia que tiene la familia en este logro. "Se nota que viene de una familia que tiene los valores muy arraigados. Es simple: no se da lo que no se tiene", enfatizó Leiva.

"Mi otro hijo, que acaba de terminar la secundaria, también recibió una mención especial. Uno los cría para que sean buenas personas, así que estamos muy orgullosos", dijo María de los Angeles, su madre.

Emblema barrial
Su carrito ya es un emblema en su barrio y lo lleva a cada acontecimiento relevante. Por ejemplo, durante la época del conflicto del campo con el Gobierno fue con su familia al corte de la ruta 33, con el carrito adornado con la Bandera.

"Lo bueno de vivir en un lugar como Firmat es tener la tranquilidad de que podés dejar a tu hijo que vaya por las calles y los negocios solo. Eso no se paga con nada. Así es como te enterás de todo, lo bueno y lo malo", sostuvo Julio, oriundo de Mar del Plata.

Aunque su hermano mayor, Ulises, lo tilda de cartonero porque anda juntando cosas de la calle, Valentín se sube todos los días con una sonrisa a su bici y emprende su viaje, con la seguridad de que cuando se propone algo, lo consigue.

Por Micaela Urdinez
Enviada especial


Contactos

Red Solidaria Firmat: 03465-423320
estudiosacnun@arnet.com.ar


Instituto Virgen de la Merced : 03465-423855
silot75@hotmail.com

Articulando distintos actores sociales para una causa los resultados son positivos para todos

Diario La Nación (Argentina). Suplementeo Comunidad. Sábado 20 de diciembre de 2008

Roberto y Luciana viven en Alberti, Prov. de Bs. As. Una zona como tantas en el país, donde hay mucho por hacer.

Roberto tiene 30 años y un trabajo informal en la construcción donde gana $ 500 mensuales y un subsidio del Plan Jefes de $ 225, Luciana, de 29, hace las tareas de la casa y cuida de sus hijos de siete y cinco años. Ninguno de los adultos tiene secundaria terminada.

Viven en una vivienda de material con cocina, baño precario interno y dormitorio, y obviamente sin servicios tipo gas natural, cloacas, agua corriente.Todo muy sencillo.

Un día, la oportunidad llamó a sus puertas y no la dejaron pasar.

Una vecina, que trabajaba repartiendo folletos de una ONG, les acercó un volante de Microcréditos para Mejorar Viviendas. Lo pensaron y tomaron la decisión. Al poco tiempo ya estaban comenzando los trámites para obtener el crédito solidario. Para ello tuvieron que conectarse con otras familias que quisieran, como ellos, mejorar. Los créditos solidarios tienen muchas ventajas: hablan de solidaridad, de confianza, de desterrar prejuicios.

Ya van por el tercer tramo del microcrédito. Ampliaron el comedor, realizaron un baño nuevo completo, y en el espacio del baño anterior acondicionarán el segundo dormitorio para sus hijos.

Durante toda esta etapa los acompañaron las otras familias integrantes del grupo, una trabajadora social que les daba ánimo y sostén, y un voluntario arquitecto que con mucha competencia y calidez, les dibujó y explicó “la vivienda que ellos soñaban”.

Roberto y Luciana compraron los materiales en el Corralón Social Sume Materiales y utilizaron allí el bono de descuento por pago puntual del crédito. El trabajo de mano de obra lo realizaron juntos, incluyendo electricidad y plomería.

Hay otros actores sociales en este entretejido de voluntades. Son las personas que financiaron el microcrédito con sus aportes de dinero. En este caso, un grupo de jóvenes y generosos padres, que entendieron a la vivienda como una necesidad primordial para conformar una buena familia. Y salieron de sí mismos y ayudaron.

“El futuro de la humanidad se fragua en la familia” decía Juan Pablo II. Cuánta verdad! En la familia… con techo… podríamos agregar.

Luciana y Roberto respondieron a tanta buena voluntad con su esfuerzo, su responsabilidad y su compromiso. Y el círculo virtuoso cerró perfectamente. Sus hijos habrán aprendido una lección de vida que seguramente transmitirán a otras generaciones.

La tarea principal que realizaron los diversos actores de esta historia real fue la de hacer comunidad, la de darse cuenta que todos somos prójimos necesitados, que necesitamos sentirnos valorados y amados. Cada uno actuó en consecuencia, según sus posibilidades. La puesta en común de bienes se hizo realidad. Movilizaron energías, recursos y competencias. Crecieron y “desplegaron sus alas al viento”, como dice la canción de Eladia Blazquez. Qué más se puede pedir?

Vivimos en una época de incertidumbres, pero hay un potencial inmenso en nuestra sociedad, de lo que esta historia es solo una muestra. Es hora de dejar el miedo y la pereza y de asumir cada uno nuestro liderazgo como ciudadanos para operar el cambio que la Argentina necesita.

“Si, nosotros podemos”, ( “Yes, we can”) fue el slogan de campaña del recientemente elegido presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.

¿Podremos nosotros pensar en una reconstrucción patriótica que logre una verdadera comunidad sin excluidos?

Por este simple pero contundente relato mi apuesta es por el sí. Entonces… “me sentiré feliz y todas las estrellas reirán dulcemente” (El Principito, Antoine de Saint Exupery)

Beatriz Vedoya de Berasategui

Fundación Sagrada Familia

www.sagradafamilia.org.ar

Proyecto de construcción de viviendas de bajo costo en Paraguay

Elsa Zaldívar: soluciones nuevas para resolver viejos problemas
Su proyecto de fabricación de viviendas de bajo costo en Paraguay, que acaba de ser distinguido como una de las cinco iniciativas internacionales del año, promete frenar tanto el déficit habitacional como el avance de la deforestación en ese país

Cuando los viejos problemas persisten, es hora de buscar soluciones nuevas". Elsa Zaldívar nunca imaginó el alcance de sus propias palabras cuando, en 1996, se propuso desarrollar un emprendimiento productivo que, al menos, le pusiera algún tipo de traba al avance de la pobreza entre los campesinos de la región paraguaya de Caaguazú.

Pero el resultado de la búsqueda de esta activista social no sólo abrió un nuevo nicho dentro del sector agrícola sino que dio origen a uno de los cinco proyectos internacionales que la Fundación Rolex acaba de distinguir con el Premio a la Iniciativa 2008: la construcción de viviendas a un costo muy accesible, utilizando desechos vegetales y plásticos como materia prima.

Del reciclado de estos materiales se obtienen unas placas resistentes con la que pueden construirse tanto muebles como casas, sin necesidad de recurrir a la madera.

Esto último es singularmente importante en un país como Paraguay, en donde la deforestación -mencionada por algunos sectores como la contracara de la bonanza sojera- dificulta aún más la búsqueda de una salida del déficit habitacional que padece ese país. Hace pocos meses, cuando asumió el actual presidente, el ex obispo Fernando Lugo, la flamante administración estimó en más de cuatrocientas mil a las familias que carecen de una vivienda digna.

Mágica lufa
Pero para contar esta historia es necesario volver a 1996 y hablar de la lufa, un vegetal de la familia del pepino que, por entonces, crecía en las casas familiares sin ningún tipo de cuidado y que, una vez seco, da origen a lo que conocemos como esponja vegetal, utilizada, por ejemplo, con fines cosméticos.

Esa fue la especie elegida por Zaldívar, por entonces integrante de la ONG Base ECTA, para cultivar junto a un grupo inicial de quince campesinas sin mayor expectativa que su posterior cosecha, manufactura y comercialización.

Hija de un ex senador y de una ceramista, esta mujer de 48 años que ejerció poco y nada su profesión de comunicadora social reconoce que el apoyo de sus padres fue fundamental en aquel entonces. "Comenzamos a cultivar lufa en una finca de mi padre, mientras mi madre colaboraba activamente en la investigación de todos sus posibles destinos comerciales", recuerda en diálogo telefónico con LA NACION.

Cuatro años más tarde, las quince productoras ya sumaban doscientos hombres y mujeres, y las mil esponjas resultantes de la cosecha inicial se habían multiplicado por setenta. La producción tenía una excelente penetración tanto en el mercado local como en el internacional y los productores campesinos ya se habían organizado en una cooperativa.

Pero una cualidad extra de la lufa impidió que la historia culminara allí, con el relato de un exitoso emprendimiento campesino. "A mí me habían dicho muchas veces que la lufa es un buen aislante del sonido y del calor. Entonces yo pensaba: ?con esto tiene que poder fabricarse un cielorraso´. El secreto era encontrar a alguien dispuesto a sumarse al desafío, y esa persona fue Pedro Padrós, un ingeniero español al que yo conocía y que se mostró interesado en experimentar", relata Zaldívar, hoy directora de Base ECTA, organización que funciona en el mismo edificio en el que vive con su marido y sus tres hijos.

Debieron transcurrir numerosos ensayos hasta que Padrós encontrara la combinación exacta de materiales para obtener una placa resistente: por un lado, los residuos de la manufactura de la esponja vegetal, más todas aquellas que, por no contar con calidad suficiente, no eran aptas para la venta; por el otro, desechos plásticos a modo de aglomerante, y por último, la estructura de la tela de yute. Todo, procesado en una máquina creada y construida por Padrós, con los fondos obtenidos con un crédito del BID.

"Inicialmente, el costo de una placa de un metro de alto por 44 centímetros de ancho era de 6 dólares. Hemos logrado reducirlo a 2,50 dólares, por ejemplo, mezclando la fibra de lufa con chala de maíz y con hojas de caranday [N. de la R.: una especie de palmera que crece de manera abundante]. Pero sigue siendo costosa para los sectores más empobrecidos. Por eso estamos en la búsqueda de un reemplazo del yute para seguir abaratando su precio. Además nos proponemos construir una máquina que permita placas más anchas", explica la mujer.

Hasta ahora hay dos "monoambientes" fabricados con estas placas. Uno se encuentra en la sede de Base ECTA y funciona como estudio. El otro es utilizado como laboratorio. Además, se construyeron algunos toldos para garage. Todos son usados por personas dispuestas a experimentar con este prometedor producto, del que todavía no se conocen todas sus propiedades.

Zaldívar lo reconoce. "En estos momentos estamos haciendo todas las experimentaciones posibles con las placas para estudiarlas a fondo. Al mismo tiempo, estamos negociando con la facultad de Arquitectura y Diseño algún tipo de certamen para dar con el modelo de casa más digno y económico. Una vez que tengamos los proyectos ganadores, construiremos los prototipos con los fondos obtenidos con el premio Rolex."

El dinero en cuestión -cien mil dólares- también se destinará al dictado de cursos y otras formas de capacitación para quienes manipulen las placas. Además, está prevista la producción de un documental cuyo objetivo será difundir esta experiencia en otros países.

"Comenzaron a contactarse conmigo personas de otras nacionalidades interesadas en replicar la experiencia. Yo estoy segura de que es algo más sencillo de lo que parece. Basta con tener algún vegetal fibroso. Pienso en el coco de Brasil: creo que su fibra podría reemplazar perfectamente a la lufa. Lo importante es que no se quiebre al secarse", dice, casi a modo de consejo.

Las proyecciones apuntan a febrero o marzo del año próximo como inicio formal de la actividad en el país vecino. La venta y capacitación para la construcción estará a cargo de una empresa compuesta por los desarrolladores del proyecto. Entre ellos, la propia Base ECTA, que reorientará los fondos que vaya obteniendo hacia otros proyectos sociales. "Paraguay es un país colmado de necesidades -se lamenta-. Tantas, que lo nuestro es sólo un complemento".

En cualquier caso, este proyecto invita al optimismo: hoy cabe pensar que es posible satisfacer una necesidad con soluciones ingeniosas, inclusivas y, sobre todo, respetuosas del medio ambiente.

Lorena Oliva
© LA NACION

Quién es
Nombre y apellido:
Elsa María Zaldívar Rolón

Edad:
48 años

Más de 20 años de activismo:
Es hija del ex senador Juan Carlos Zaldívar y de la ceramista Keka Rolón. Comuicadora social de profesión, está ligada a las organizaciones sociales desde hace más de dos décadas. Ingresó en 1992 a la ONG Base ECTA, de la que hoy es directora. Está casada y tiene 3 hijos

Emprendimiento producitvo:
Profundamente comprometida con la realidad de las mujeres campesinas de la región de Caaguazú, la búsqueda de un nicho productivo le hizo conocer en profundidad los benerficios de la lufa. Su proyecto de placas ecológicas ha sido premiado por la Fundación Rólex.

Fuente: Diario La Nación (Argentina). Domingo 21 de diciembre de 2008

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Cooperativa de cartoneros que comercializan productos reciclados

Fuente: diario Clarín, domingo 14 de diciembre de 2008

LA INICIATIVA MUESTRA A ESCALA EL CAMINO QUE DEBERA RECORRER LA CIUDAD DE BUENOS AIRESDe cartoneros a "empresarios" que levantan la basura en Nordelta
En 2001 revolvían bolsas por la calle y hoy son una cooperativa de 25 personas. En el barrio, de 10.000 habitantes, más del 50% separa los residuos. Los pasan a buscar casa por casa y así se redujo fuerte la cantidad que se entierra en rellenos. Por: Silvia Gómez
Lunes, miércoles y viernes un camión que recoge residuos reciclables recorre las calles de los 12 barrios que integran Nordelta, una exclusiva urbanización privada de Tigre, con status de localidad, en la que viven 10.000 personas. Los vecinos ya saben: esos días sacan a las puertas de sus casas, en bolsas verdes, la basura que podrá reutilizarse. Los plásticos, vidrios y latas por un lado, y papeles, diarios, revistas y cartones, por el otro. El camión, conducido por Alberto, zigzaguea por las apacibles calles del barrio y al cabo del día recorrerá 150 kilómetros y a lo largo de todo un mes recogerá 25 toneladas de plásticos para reciclar. "Empezamos a trabajar a las 7 de la mañana y no sabemos cuándo vamos a terminar. Con el feriado del lunes pasado y el fin de semana largo se juntó un montón de basura", le contó a Clarín Alberto. Y no le falta razón, porque en los jardines delanteros de las casas se ven pilas y pilas de bolsas verdes. Y cargando esas bolsas, Luis y Felipe sudan la gota gorda, debajo de un sol abrazador.

Los tres forman parte de Creando Conciencia, una cooperativa de Benavídez integrada además por otras 22 personas, en su mayoría cartoneros. Hace dos años, habilitados por la empresa que administra el barrio, comenzaron a llevarse la basura reciclable que los vecinos dejaban en un contenedor en uno de los accesos. Y desde mayo recogen, casa por casa, toda la basura, también la que va a los rellenos sanitarios. Y en este tiempo los números terminaron por demostrar la importancia de la separación en origen de los residuos. Antes, Nordelta enviaba a enterrar 8 toneladas de basura por día y ahora sólo 3,2 toneladas. Y más del 50% de las casas participan del programa de reciclado. Según las estadísticas del barrio, en mayo la cooperativa se llevó 8.404 bolsas verdes y en octubre recogió 13.441.

Tarde o temprano el reciclado y la disposición final de los residuos terminará por convertirse en un tema inevitable para toda Buenos Aires. Cada vez se generan más desechos y progresivamente ha disminuido la cantidad de rellenos sanitarios. Ahora las 5.000 toneladas de basura diaria que genera la Capital -a fines de 2006 eran 4.200- se depositan en el Complejo Ambiental Norte III, en el Camino del Buen Ayre. Desde la Ceamse, la empresa que administra éste y otros rellenos y está conformada por los gobiernos de Provincia y Ciudad, hace al menos dos años que vienen advirtiendo sobre el estado de crisis del sistema.

En Capital está vigente la Ley Basura Cero, que fija un cronograma de reducción progresiva de la basura que se entierra. Entre fines de 2007 y principios de 2008 se colocaron 15 mil contenedores en las calles para que los vecinos depositen la basura, previamente separada en sus casas, pero muchos vecinos los utilizaban mal y la Comuna los dio de baja. Y ahora el Ejecutivo impulsa en la Legislatura modificaciones en la recolección de residuos (ver recuadro).

"Sin concientización es imposible pretender que la gente comience a reciclar", opina Walter Lizarazu (23), alma mater de Creando Conciencia. En la cooperativa comenzaron dando charlas en escuelas de Tigre. Y cuando obtuvieron el permiso para entrar a Nordelta golpearon las puertas de todas las casas para entregar información y folletería sobre cómo hacer la separación de los residuos.

"La respuesta de la gente fue enormemente positiva. En uno de los barrios, La Alameda, el 60% de los vecinos hace la separación en origen", cuenta el ingeniero Pedro Segura, gerente general de la Asociación Vecinal Nordelta, que administra el barrio. "Es un modelo irreversible. Cuando se toma conciencia de la importancia del reciclado, que además en este caso genera trabajo para más de 20 personas, no hay forma de volver atrás", opinó. El barrio le paga a la cooperativa unos $ 24 por mes por vivienda por el servicio de recolección. La gente de Creando también trabaja en otro barrio cerrado de Tigre, el Santa Bárbara. Allí pasan a recoger los residuos reciclables de un único contenedor. Se llevan 6 toneladas de papeles y plásticos al mes. Y lo mismo hacen en el supermercado Disco de Tigre. En la planta de reciclado de plásticos la cooperativa procesa unas 75 toneladas al mes, que luego vende a diferentes fábricas.

Ex cartonero, Walter Lizarazu salió a revolver la basura cuando se desató la crisis de diciembre de 2001. "Si pudiéramos crecer, o animar a otros a que formen sus propias cooperativas, lograríamos reciclar más y generar más trabajo para los cartoneros", se entusiasma. La cooperativa se sustenta con la venta de lo que reciclan, con el trabajo de recolección en los barrios, algunos préstamos otorgados por organismos extranjeros y un único subsidio de $ 6.000 que le otorgó el municipio de Tigre. Comenzaron tirando de carritos y hoy tienen tres camiones recolectores y una camioneta.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Inteligencia Emocional desde chicos

Educación emocional, ¿Para cuándo en las escuelas?
Reconociendo nuestras emociones desde la enseñanza educativa.

Ricardo Raúl Benedetti, escritor argentino.
Hace algunos meses comencé un debate en diversos sitios de Internet, con la intención de propiciar la enseñanza emocional en las instituciones educativas, entendiendo a la misma como el complemento ideal de toda sociedad, hacia la formación de seres además de racionales y creyentes, emocionalmente inteligentes.
Cada ser humano se transforma obligadamente en su propio maestro sentimental. A fuerza de golpes aprendemos sobre nuestros sentimientos y en la mayoría de los casos, lo hacemos mal y nos hundimos en la depresión o respondemos con la misma moneda al daño afectivo recibido, repicando cíclicamente entre rencores, angustias y soledades.

Sabemos que es crucial para nuestro diario vivir, aprender a leer y escribir, sumar y restar. La inmensa mayoría de las personas adoptan una creencia religiosa donde apoyar su fe y esperanza de trascendencia, pero educativamente estamos al descubierto en las cuestiones del corazón, más allá de nuestros esfuerzos personales por comprenderlas.

Todo cambio comienza en uno mismo, asumiendo el compromiso y participando activamente en el camino a seguir.
En este sentido es imperioso aunar criterios entre los responsables para contar todos ellos, con un mismo mensaje y metodología de acción en el trato con los jóvenes, en cómo actuar en la detección temprana de conflictos, etc. Es necesario fomentar una cultura de la Paz a través de los medios masivos de comunicación, tomando como eje esta propuesta educativa, transformando e incorporando socialmente, una cultura emocional equilibrada y saludable. Instaurando el debate en la sociedad, comenzamos con el cambio que visualizamos. Educación emocional en las escuelas ¡Ya!
Para mayor información:

www.motivacion.ning.com

miércoles, 12 de noviembre de 2008

El camino del envase

Diario La Nación. Revista. Domingo 2 de noviembre de 2008

Un recorrido paso a paso por la fabricación de los recipientes de cartón, aluminio y polietileno, donde se conserva buena parte de los alimentos y líquidos que consumimos en forma cotidiana. La materia prima con que se los elabora se extrae de bosques sustentables, y una vez utilizados se reciclan, una forma de recuperar lo que ya en apariencia no sirve, reinsertarlo en el mercado productivo y reducir el impacto ambiental de los residuos

Los bosques de Paraná, en Brasil, ofrecen la materia prima para el cartón, pero cada árbol usado es reemplazado por uno nuevo

TELEMACO BORBA, Paraná, Brasil.- Es un día de poco viento, dicen, y la suave ondulación que acuna la estructura de acero de la torre de vigilancia contra incendios es casi imperceptible. Al cabo del ascenso -equivalente a unos 10 pisos-, un espectáculo bellísimo se abre ante nuestros ojos.

En la fazenda Monte Alegre se respira profundo. Y se puede mirar bien a lo lejos: siempre queda horizonte. Eucaliptos, pinos, acacias, canelas, araucarias, cedros... ¿Quién diría que aquí, en este lugar, comienza el camino de muchos de los envases que utilizamos a diario?

"Para que un envase sea realmente reciclable debe cumplir varios requisitos. El primero, provenir de una fuente renovable, el cartón en este caso, pero obtenido de bosques y árboles continuamente regenerados", explica Estela Reale, responsable de comunicación de Tetra Pak, creadora del ya clásico envase de cartón, aluminio y polietileno con cuyo primer nombre fue bautizada toda una enorme gama de envases de alimentos y bebidas, llamados popularmente "tetra", que así pasó de ser una marca a convertirse en el sinónimo de un tipo de envase.

Tetra Pak llegó a la Argentina en 1979 y en 1986 instaló su fábrica, en La Rioja.

Pero la materia prima de sus envases, el cartón, viene de Brasil. Desde el lugar donde estamos. Mientras Estela Reale observa con atención las manchas de distintos colores de verde que van formando los cultivos de Monte Alegre, dice que no es ninguna casualidad que la compañía para que la que trabaja obtenga la materia prima de este tapiz natural. Es que en esta enorme selva subtropical conviven 216 mil hectáreas de bosques implantados (eucaliptos y pinos) junto a 177 mil ha de bosques nativos, y el equilibrio entre ambos garantiza la sustentabilidad del recurso, algo así como echar mano de la naturaleza pero sin descuidar la capacidad de reproducción de las especies vegetales, la diversidad biológica y la vida salvaje.

Monte Alegre pertenece a Klabin, una empresa brasileña que cumplirá 110 años en 2009 y que en 1998 se convirtió en la primera firma del sector papel y celulosa de América en recibir en 1998 la exigente certificación del Forest Stewardship Council (FSC), una ONG internacional sin fines de lucro que acredita los productos de origen forestal (madera, papel, tableros, corcho, carbón, etc.) extraídos de bosques del mundo bien gestionados desde un punto de vista social, ambiental y económico.

La nursery de las plantas
Ivone Satsuki Namikawa Fier, ingeniera forestal de Klabin, apura sus pequeños pasos orientales por los pasillos del enorme vivero y explica que la "nursery" de Monte Alegre es algo así como el corazón del lugar. Es que aquí se planifica cuidadosamente la tarea para garantizar que los bosques implantados de pino y eucalipto -las especies de las que se obtendrá el papel- se planten y crezcan determinado tiempo antes de ser utilizados. Y, además, que no desplacen en superficie a los bosques nativos.

"La nursery es el jardín clonado del vivero, el lugar donde están las matrices de los árboles de plantas seleccionadas, árboles para producir varias especies tanto de eucalipto como de pino", explica la ingeniera forestal. Las matrices se cultivan durante dos años y cada mes dan 5 o 6 cepas o brotes que se plantarán en el bosque después de que hayan alcanzado 30 centímetros de altura, en un lapso de cerca de tres meses.

"Esperamos 7 años antes de cortar un eucalipto -agrega-. Se pueden hacer tres talas: a los 7, a los 14 y a los 21 años. El esquema es así: se plantan 1600; a los 7 años se sacan los árboles más pequeños, por ejemplo, 800. A los 12 o 13 años, 400; quedan entonces otros 400 que tienen espacio para hacerse más grandes y aprovechar la madera."

Con el pino, en cambio, la técnica es diferente. "Para que dé papel hay que esperar entre 12 y 14 años -dice Ivone-. Si se deja crecer hasta los 20 años, la base va para madera; el centro, para papel, y la punta, lo más nuevo, para energía."

Con esta modalidad de trabajo se logra respetar los bosques nativos como corredores de biodiversidad: los bosques implantados son mosaicos dentro de la estructura de la floresta.

Conservar, ésa es la clave
¿Quién no lo recuerda? Hubo un envase que cambió la historia de los alimentos: el triángulo que contenía una leche que en nuestro país promocionaban tres simpáticas niñitas.

Las raíces de esa innovación, sin embargo, estaban bien lejos. Concretamente, en Suecia.

"Ruben Rausing, fundador de Tetra Pak, fue un economista sueco. Y los suecos son grandes consumidores de leche. A Rausing lo obsesionaba lograr un envase que se usara por única vez, en lugar de la botella retornable -dice Estela Reale-. En la década del 50 logró el primero de un uso único, que luego fue impermeabilizado, y en la década del 60 comenzó la tecnología aséptica: además de ser de un solo uso, no necesitaba refrigeración." Ahora, el envasado aséptico más el tratamiento aséptico del producto (con tecnología Ultra High Temperature, o UHT) garantizan la duración de la vida útil del alimento o de la bebida sin usar conservantes químicos.

Los envases contienen leche, jugos, sopas, agua, aceite de oliva, vino, té, bebidas de soja. Basta mirar las alacenas: su presencia en el mercado es, sencillamente, abrumadora.

Reciclar para vivir
PONTA GROSSA, Paraná, Brasil.- En medio de dos enormes camiones se ha formado una larga fila de gente. Todos ellos llevan una carretilla cargada de papeles de distinto tamaño, forma y color, envases de gaseosas, latas, cartones. Hay un cartel que dice: "Cambie basura reciclable por alimento". Y los vecinos responden.

Es uno de los pasos de una cadena insospechada, que consiste en la creación a partir de una materia prima singular: los residuos.

"El programa de recolección selectiva junta 80 toneladas mensuales, y se creó en 2005 por iniciativa de cuatro asociaciones de cartoneros que necesitaban material para pesar y prensar. El municipio puso una balanza y les dimos también varios camiones", explica el secretario de Agricultura, Abastecimiento y Medio Ambiente de esta ciudad, Laertes Blanchessi, quien agrega que el emprendimiento, llamado Feria Verde, se realiza en 63 puntos del municipio. "Todo esto, si no hubiera reciclaje, iría a parar al relleno sanitario", reflexiona. La propuesta es simple: por cada 2 kilos de basura se entrega un kilo de fruta y verdura. "Ya participaron 12.500 familias en 7 meses: por 820.000 kilos de basura reciclable se entregaron 410.000 de frutas y verduras. La basura se dona a las cooperativas de cartoneros, y el municipio compra la fruta y la verdura. La colecta dura una hora y media, y el camión después va adonde separan la basura los cartoneros", comenta.

Eliane, familia de origen italiana, es peluquera y mamá de un niño. "Vengo cada 15 días; toda mi familia, mamá, tía, y también vecinas, juntan la basura. Botellas, envases, papel, cajas de cartón de huevos. Me gusta mi trabajo; no vengo por necesidad, sino porque me parece importante reciclar los residuos. Traigo los envases limpios. Me llevo 10 kilos de fruta y verdura para mi casa."

"Estuve seis meses internado por problemas de drogas y alcohol. Ahora llevo comida a mi casa, a mis 5 hijos", explica en un portugués dificilísimo Orlando Gomes de Santos, un antiguo morador de Morino Sasco, una pequeña ciudad cercana a San Pablo.

"No es la primera vez que vengo a la cooperativa; antes hacía la colecta y les daba a mis vecinas. Lo necesito para mi economía, así no hace falta comprar en el mercado. Es muy buena la fruta y la verdura. Tengo marido y dos hijos", cuenta Marlene Alves.

"Vengo todas las semanas; traigo unos 20 kilos de envases. Juntamos mi suegra y yo; los hombres no están en casa. La familia con esto come mejor: la fruta y la verdura son caras. Tengo tres hijos, mi marido trabaja en metalúrgica. Vengo desde el principio, cuando comenzó", explica Solange Bach, de origen alemán.

El camión llega después a una de las cooperativas de la ciudad, llamada Asociación de Catadores de Materiales Reciclables Ciudad de Ponta Grossa (Acamaruva). Se separan plástico, cristal, cartón, pet blanco y verde, polipropileno, polietileno de alta densidad. Cada persona gana entre 90 y 100 dólares por semana. Hay 45 asociados y se separan en dos grupos para alternar el uso del local.

No hay ningún aroma que haga pensar en acumulación de residuos. "La gente los entrega limpios, porque sabe que es mejor", dice José, que hace un año y medio forma parte de la cooperativa. "Una semana estoy acá y otra en la calle; con este trabajo gano mejor que antes", agrega, y explica que la intendencia hace de intermediaria entre ellos y los compradores.

"Acá me siento mucho más segura que en la calle -explica Andrea, socia de la cooperativa, que es separada y mamá de tres chicos de 3, 8 y 12 años-. Antes trabajaba como empleada doméstica. Hace dos años, cuando se formó la cooperativa, vine para acá y estoy mejor."

Los recolectores separan, agrupan y enfardan. Cada fardo de residuos pesa 160 kilos: hacen falta 4 hombres para subirlo al camión.

¿Para qué se usan los residuos recuperados? Los fardos que contienen envases de cartón, polietileno y aluminio se introducen en una hidropulpeadora (una licuadora gigante) que agita la mezcla durante media hora y separa las fibras de celulosa del polietileno y el aluminio. Con la pulpa se fabrican cartón y papel reciclado.

El rezago que queda después de separar el polietileno y el aluminio de la pulpa (llamado strip) se tritura, y con este material pueden fabricarse tejas dobles, ladrillos, chapas onduladas, planchas. "Los ladrillos sirven para construir techos y son más fuertes que el cemento, porque es un material resiliente: absorbe el impacto. Es un poquito más caro, pero más noble, y protege del frío y del calor", describe Edilson Roth Batista, ingeniero de la Universidad de Ponta Grossa y propietario de una fábrica de estas tejas.

El papel recuperado y vuelto a triturar con el polialuminio permite fabricar por compresión térmica placas o chapas acanaladas, que se utilizan para muebles (por ejemplo, de cocina, ya que es hidrófugo) o como aislante.

Las técnicas de reciclaje avanzan cada día. Klabin no es solamente la mayor compañía fabricante de papel del Brasil, sino también la que más papel recicla en el Cono Sur. Asociada con Tetra Pak y otras dos firmas (TSL Ambiental y Alcoa) creó la primera planta en el mundo que maneja una tecnología especial para separar el aluminio del polietileno. "El polietileno vaporizado y vuelto a condensar -explica Tiago Facco, responsable en Comunicación de Tetra Pak Brasil- se recupera como parafina. Con el aluminio se hace un lingote que pesa 25 kilos, y para conseguir cada lingote hace falta reciclar 22 mil envases. Y está en estudio otra técnica más avanzada, para que el aluminio sirva nuevamente para hacer envases."

Con papel o cartón reciclado, ¿se pueden hacer otra vez envases tipo Tetra Pak? "No -dice Estela Reale con una sonrisa-. Nuestro objetivo está más allá. Buscamos completar el ciclo del envase, porque nos preocupa la sustentabilidad. De nada sirve sacar al mercado un envase cuidado en todos sus pasos y desde la cuna, si luego de utilizado le perdemos el rastro."

Por Gabriela Navarra


Para saber más:

http://www.tetrapak.com.ar/


http://www.fsc.org/


Cooperativa El Ceibo: ceibotb@arnet.com.ar
47755152 Paraguay 4742. Buenos Aires

Un ejemplo porteño
La cita es en la calle Paraguay al 4700, en Palermo, a las 8 de la mañana.

Ella es la primera en llegar. Se llama María Julia Navarro, tiene 58 años y nació en Santiago del Estero. Su vida no ha sido fácil: perdió todo y tuvo que irse a vivir debajo de un puente, salió de noche a cirujear -no sin miedo, ni vergüenza-, pasó hambre, pasó frío. Y soledad.

Hoy María Julia es encargada de los Recuperadores de la Cooperativa El Ceibo: coordina a quienes salen con su carro y su bolsón en días y horarios prefijados y recorren el barrio dividido en zonas para recibir lo que los vecinos (algunos, desde hace varios años) les guardan: botellas, cartones, papeles, plásticos, vidrios.

"Antes ha ido el promotor -dice María Julia-, que le explica al vecino nuestra tarea."

"Conseguimos mucho en estos años -agrega Cristina Lezcano, presidenta de El Ceibo-. Lo que vale es el boca a boca. Es un trabajo de hormiguita. Sabíamos que al principio nos íbamos a morir de hambre. Vivimos de esto. El vecino separa, entrega los materiales a El Ceibo, El Ceibo separa y clasifica y vende a las empresas. De eso viven 53 familias. Ojalá pudieran ser muchas más."

martes, 11 de noviembre de 2008

Premios Comunidad de la Fundación Diario La Nación. Lema: "la eduación como vínculo para lograr la inclusión social"

Diario La Nación. Septiembre de 2008

Premios Comunidad de la Fundación Diario LA NACION
La educación como vínculo para lograr la inclusión social
Distinguen proyectos puestos en marcha en Olavarría, Bariloche y Salta

El aula taller de la Fundación Gente Nueva, en Bariloche

Una banda escolar de música que favorece la inclusión de sectores postergados en Olavarría, la experiencia que permite en Bariloche finalizar la escolaridad primaria a jóvenes y adultos expulsados del sistema educativo y el sistema de becas de una fundación que facilita el acceso al aprendizaje de alumnos rurales en los cerros salteños son algo más que prácticas aisladas en el fragmentado sistema educativo argentino.

Las tres experiencias fueron galardonadas con el Premio Comunidad, instituido por la Fundación Diario LA NACION, dedicado este año a reconocer y difundir prácticas educativas que faciliten la inclusión social. En el certamen se presentaron 340 iniciativas puestas en marcha por escuelas públicas y privadas, organizaciones no gubernamentales y universidades de todo el país.

Cada emprendimiento recibirá un premio de $ 25.000, destinado a afianzar el desarrollo de la experiencia, en momentos en que la educación necesita prácticas auspiciosas para levantar vuelo, además de la realización de un documental con el propósito de servir de ejemplo y estímulo para todos.

Tras analizar durante dos horas unas treinta experiencias que llegaron a la instancia final, el jurado premió a la Banda de Sikuris, creada por la Escuela Secundaria Básica Nº 9 de Olavarría, para recuperar la música y la cultura de los pueblos andinos; la experiencia del Aula Taller de Capacitación Integral Carlos Mugica, que desarrolla la Fundación Gente Nueva en San Carlos de Bariloche, y el programa de becas de la Fundación Grano de Mostaza, que permite el acceso al secundario en el Valle de Lerma a chicos que sólo pueden cursar la primaria en las alejadas zonas rurales donde habitan.

Integraron el jurado la doctora Silvina Gvirtz, directora de la Maestría de Educación de la Universidad de San Andrés; la profesora Nieves Tapia, directora académica del Centro Latinoamericano de Aprendizaje y Servicio Solidario (Clayss), Axel Rivas, director del Programa de Educación del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) y el periodista Mariano de Vedia, editor de la sección Cultura de LA NACION.

Riqueza de las prácticas
Ante la riqueza de las prácticas analizadas por el jurado, se otorgaron menciones especiales a los programas Segunda Posibilidad, desarrollado por la Asociación María de las Cárceles, para favorecer la inserción social y laboral de los detenidos en unidades penales; Tecnologías de la Comunicación, que impulsa la alfabetización e inclusión de los niños que concurren a la Escuela Hospitalaria Nº 2 del hospital Garrahan. También recibieron menciones la Escuela de Formación de Promotores Sociales de la localidad bonaerense de Paso del Rey; Los Niños Cuenteros, con el que la Legión de Buena Voluntad promueve la lectura en zonas de Jujuy, y la revista online para jóvenes, que desarrolla el Colegio Universitario de Periodismo de Córdoba.

La variedad de los proyectos presentados abordaron una riqueza de experiencias surgidas en el seno de las comunidades, con múltiples abordajes en áreas estratégicas, como el acceso a la educación, la reinserción escolar, la mejora de la calidad educativa, la brecha digital, la alfabetización, la capacitación laboral, la prevención de la salud, el ejercicio de derechos fundamentales y la recuperación de valores culturales de poblaciones originarias, entre otros temas.

Desafíos educativos
"Las experiencias premiadas sintetizan tres desafíos impostergables en la educación del país: la adopción de formas creativas para generar instrumentos que favorezcan la integración de la comunidad y la cohesión social, la respuesta al interrogante de cómo recuperar a los que fueron excluidos del sistema educativo y la semilla para lograr que los alumnos de escuelas rurales no abandonen y puedan continuar en el secundario", resumió Nieves Tapia, al explicar las mejores prácticas seleccionadas.

De las 340 propuestas presentadas en el certamen, que debían tener por lo menos un año de ejecución, 202 corresponden a organizaciones sociales, 120 a escuelas y 18 a universidades.

El Premio Comunidad, que la Fundación Diario LA NACION realizó por segundo año consecutivo, contó con el acompañamiento del Banco Galicia y de las fundaciones Ashoka, Avina y Arte Vivo. Los premios serán entregados el 5 de noviembre, en un acto que se hará en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba).

martes, 14 de octubre de 2008

Relaciones humanas. Gente tóxica y parte tóxica de las personas. Cómo mejorar las relaciones entre las personas

Los que avasallan, manipulan y desvalorizan sin culpa
Cómo reconocer a las personas tóxicas
Los especialistas difieren en su definición, pero todos coinciden en que la gente nociva existe y que provoca daño a los demás
Martes 14 de octubre de 2008 | Publicado en edición impresa de La Nación

Por Loreley Gaffoglio

El que destila un odio visceral y se regodea con la humillación del otro, el que avasalla al semejante, el que busca manipular con mentiras, el que agrede innecesariamente y desvaloriza al otro para sentirse bien él, el que daña con intención sin jamás proponer una reparación, el que incomoda con sus imposturas, el envidioso de todo lo ajeno y el que urde los problemas para acercar luego sus soluciones.

La nómina de personas dañinas la completan el autodestructivo, el narcisista patológico, el perverso, el violento impenitente y el estafador. Se sabe que de seres nocivos está lleno el mundo, ya lo poetizó Antonio Machado con su "mala gente que camina y va apestando la tierra", pero ¿existe realmente la gente "tóxica"? ¿O el término, por descalificador y estigmatizante, se lo reserva sólo a Adolph Hitler o a Ben Laden?

Las neurociencias dicen que sí, que la gente "tóxica" ?encarnada por aquellos seres rapaces que inexorablemente perturban el bienestar ajeno y vampirizan al semejante? existe. Y endilgan a fallas químicas la irrigación de esa toxicidad. Sus conductas se traducen en patologías, y la coexistencia con ellos resulta imposible.

En el psicoanálisis y la psicología, la literatura está dividida. No obstante, ambas se inclinan por los vínculos y comportamientos "tóxicos" más que por las personas, ya que lo que es "tóxico" para unos puede ser perfectamente aceptado por otros. En todo caso, se trata de una percepción subjetiva, dicen.

Si bien no existe una cofradía donde se imponga la toxicidad, al hurgar en los perfiles nocivos, sin duda que algunos políticos ?aquellos que sólo buscan ser escuchados y prometen lo que saben que jamás van a cumplir? podrían encajar en ese estereotipo. Y, dentro de las relaciones de poder, tampoco los jefes desconcertantes, impredecibles o arbitrarios ?los seudoemperadores de la verdad, incapaces de encomiar méritos o esfuerzos? se escapan indemnes a la toxicidad.

Tipos de "encuentro"

"Quien mejor se ha dedicado a este tema en la historia de la filosofía es Baruch Spinoza", apunta el filósofo Tomás Abraham. "El habla de encuentros que potencian nuestras energías y nos dan alegría y los que las disminuyen y producen tristeza. Cuando dos cuerpos se convienen entre sí, multiplican su potencia. Y cuando no lo hacen se produce un mal encuentro, semejante a una especie de envenenamiento", explica.

Pero Abraham pone un freno, al aclarar que "pensar las relaciones humanas en términos de toxicidad deriva de las teorías degenerativas de la psiquiatría racista del siglo XIX".

Investigadora de la vida cotidiana a través de la enjundia filosófica, Roxana Kreimer es asertiva respecto de esa categoría, popularizada por la norteamericana Lilian Glass, en su best seller Toxic people (Gente tóxica). Allí advierte que nadie es "ciento por ciento sano, ni física ni psicológicamente; por eso, es importante atender los patrones caracterológicos y sus efectos", observa Glass. Su libro cuenta hace meses con una versión local, escrita por Bernardo Stamateas.

"Los comportamientos destructivos son tolerados si aparecen de manera esporádica. Pero cuando se repiten con frecuencia contaminan las relaciones interpersonales", completa Kreimer.

"Confucio decía que si uno se topa con gente buena, debe tratar de imitarla, y si uno se topa con gente mala, debe examinarse a sí mismo", añade. Y caracteriza a la gente "tóxica" "por su falta absoluta de empatía con el otro". En ese grupo, incluye a los manipuladores, que se valen de la asimetría de la información para torcer destinos, y a líderes como George Bush, que buscan la adhesión a sus "decisiones impopulares presentándolas como necesarias".

¿Qué sucede con los pesimistas consuetudinarios? Según Abraham, pueden ser "más lúcidos, inteligentes y valientes que toda esa pavada de la buena onda". Para Kreimer, la negatividad en demasía termina siendo contagiosa.

Diana Cohen Agrest habla de "los vínculos destructivos de los que hay que huir". Pero advierte sobre la estigmatización y la capacidad de cambio de las personas. "Los seres humanos ?dice? no somos de una vez y para siempre. Estamos en constante proceso de construcción. El nombre definitivo es el del epitafio, pues sólo allí adquirimos una identidad definitiva. Mientras vivimos, se puede dejar de ser «tóxico», como también se pueden adquirir otras características. Sólo una visión demasiado pesimista del ser humano lo condena a ser de una vez y para siempre."

El filósofo Santiago Kovadloff confiesa cruzarse a menudo con este tipo de personas y rogar que en ese instante alguien en el teléfono lo libere de la situación. "Pongo el acento en los vínculos más que en las personas, porque el significado de alguien depende primordialmente de quien entable una relación con él", ejemplifica. Y se pregunta si la gente realmente se cuestiona qué es lo que uno produce en el otro. "Yo también puedo irritar y ser muy aburrido en mi vida pública", confiesa.

Sin embargo, ubica como rasgo dominante de la toxicidad "a las personas monologadoras y autorreferenciales y a aquellos que nos aplastan". El corolario es el tedio, el desinterés y la urgencia de alejamiento, dice. Y arremete contra los simuladores y contra aquellos vínculos cimentados a partir de una necesidad tramposa: "La de no relacionarse realmente".

Claves para evitarlos

Las personas "tóxicas" influyen en la salud tanto física como psíquica del otro. Por eso es clave identificar los síntomas que una compañía nociva produce.


A esas personas se las controla quitándoles su poder, escapando de ellas o no permitiéndoles acceso a nuestra intimidad.


Si se debe convivir con ellas, en la familia o en el trabajo, hay que abstraerse mentalmente de su presencia y acciones.


Cuando surge un comentario o comportamiento "tóxico", simular que uno le presta atención cuando, en realidad, se esfuerza por desoírlo.


Al "tóxico" se lo neutraliza con amabilidad. Su afán por lastimar con comentarios o actos desagradables resulta estéril si él percibe que carece de efecto.


Focalizarse en las cosas positivas que uno tiene en la vida cuando se está cerca de una persona "tóxica". Es un ardid efectivo para superar los malos momentos.


Si no es posible evitarlos, adquiera un identificador de llamadas y reduzca al mínimo el contacto personal con ellos.


La actitud positiva es siempre una elección. Prepárese mentalmente para estar bien y contrarrestar así las actitudes "tóxicas".


Si una persona "tóxica" forma parte de su equipo de trabajo, establezca de antemano y claramente las reglas de convivencia. Si se trata de su jefe, hágale saber que usted y su equipo pierden eficiencia frente a comportamientos negativos. Y póngale ejemplos.


Si el "tóxico" no es alertado sobre su toxicidad, la extenderá en el ambiente. No deje pasar por alto esas actitudes y convérselo inmediatamente con él.


Ejercite su propia autocrítica y revise con asiduidad qué tipo de actitudes y comportamientos tiene usted para con los demás. Usted también puede ser "tóxico" para otros. La regla es simple: no les haga a los demás lo que no desea que le hagan a usted.

Que los hay los hay
" A los «tóxicos» los olés al primer contacto; son lastres que te hunden y restan siempre. Por eso, tratás de alejarte. Pero la vida te los impone demasiado a menudo"

Martín Bär, empresario
" Hay gente que nos intoxica con su mala actitud y absorbe nuestra energía. Ellos movilizan aspectos que nos resultan intolerables. Nos dañan y nos quitan libertad "

Alicia Belous, psicóloga
"Te cuentan siempre de sí mismos y no les interesa preguntarte nada. Intentan pasarte por arriba; nada ni nadie les viene bien. Son un bajón"

Clara Paillot, pintora decorativa
" El «tóxico» nunca sabe que lo es, pero todos los demás, sí. Nunca está vibrando como su entorno. Además, interrumpe las vibraciones "

Nicolás Posse, músico
"Son gente que conspira para que las cosas no fluyan amigablemente. Piensan: «¿Por qué ser feliz, si se puede no serlo?». Su problema es la actitud"

Julián Carrera, creativo publicitario
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El influjo de envidiosos y psicópatas
Por José Eduardo Abadi
Para LA NACION

Existen personalidades cuyo carácter y comportamiento, sin duda patológico, resultan nocivos para aquellos con quienes se vinculan. Gran parte del drama de los conflictos interpersonales consiste en no recorrer al otro en su auténtica intimidad y verlo sólo como uno quiere que sea.

Las relaciones que nos acercan al bienestar y a la salud emocional, y que nos hacen felices son aquellas que ponen sobre la mesa el interés y el amor por la vida, es decir, por el prójimo. Es ese estar integrado de un modo vital y generoso lo que construye una comunidad que tiene por timón la ternura, el entusiasmo, la solidaridad y la compasión.

Cuando esto no existe, y cuando las personas son incapaces de enlazarse positivamente con los otros y enriquecerse en la acción de dar y recibir, lo que producen es soledad, sufrimiento y desamparo. Sucede cuando vemos el interés convertirse en indiferencia, una forma actual de crueldad.

Las relaciones con un individuo indiferente deja al otro con una vivencia de vacío contaminada, con su autoestima dañada y con un abanico de conductas que transitan inhibiciones, sometimientos y dependencias sintomáticas hasta la misma depresión.

Estos personajes nocivos, que lastiman o despojan a quien se vincula con ellos, repiten un variado número de agresiones, como descargar sus impulsos sádicos complaciéndose en humillar y arrollar al otro.

Otro aspecto es la prepotencia, al usar de manera distorsionada la fuerza para desvalorizar, marginar y burlarse de las personas con las que se relacionan. Es muy delicado pretender naturalizar esas conductas como si fueran algo común.

No olvidemos que la autoestima, el amor y la disponibilidad son el trípode sobre el cual crece un sujeto sano y, por lo tanto, el encuentro que muchas veces tiene lugar con individuos que atacan esta construcción enferma termina dando lugar a graves consecuencias.

Dos tipos de personalidades que, por su frecuencia, debo señalar como altamente negativas son las siguientes:


El envidioso, que es aquel más preocupado por que el otro no tenga lo que a él le falta, que en aprender él mismo cómo hacer para conseguir lo que el otro supo ganar. Se trata de personalidades con una autoestima baja, hipotecados por el rencor y el resentimiento y que, en su incapacidad de compartir el logro de quien está a su lado y disfrutar como propio lo que otro pudo conseguir, se encierra en mentiras y difamaciones que eternizan su incapacidad, su agresividad y su carácter intrigante.


Los psicópatas, que son individuos sin conciencia moral, sin autocrítica, que no reconocen los derechos del otro ni están dispuestos a postergar sus propios deseos. Por lo tanto, la gente que con ellos se relaciona está destinada a ser manipulada, engañada hasta el abuso. La mentira es una de sus herramientas favoritas, y no les produce ninguna angustia, dado que su inescrupulosidad los libera del lógico sentimiento de culpa y del sentido de responsabilidad que se debe tener cuando se actúa inadecuadamente.

Ejemplos de distinta intensidad pueblan nuestra actualidad: corrupción, perversiones, trampas, estafas, manipulaciones variables que provienen de verdaderos sociópatas.

El autor es psiquiatra, psicoanalista y escritor.

lunes, 6 de octubre de 2008

Foro de Docentes Innovadores. Primera escuela digital de Latinoamérica es Argentina

La primera escuela digital de latinoamérica es argentina y se sostiene vendiendo empanadas
Graciela Bertancud, fundadora de la Escuela Tomas Edison, de Guaymallén, Mendoza, se llevó dos premios por su “Aula digital” y, entre ellos, un primer puesto. Más de 200 educadores de la región fueron seleccionados de entre 1.700.000 para participar, en Guatemala, del Primer Foro Latinoamericano de Docentes Innovadores, organizado por una empresa informática. Tres en esa multitud son profesoras y directoras de escuelas argentinas, que mostraron los proyectos que llevan adelante con esfuerzo en Buenos Aires y Mendoza gracias al inmenso amor que sienten por su profesión.
Por Daniela Pasik*


Tecnología cuyana. La escuela, con techos de chapa y suelo de tierra, está completamente digitalizada. El cuerpo docente, los padres y todos los alumnos venden comida y reciclan plástico y papel para poder comprar materiales y acceder a nuevos recursos.
Más de 200 educadores de 19 países latinoamericanos participaron la semana pasada en Guatemala del Primer Foro de Docentes Innovadores, organizado por Microsoft.

Tres en la multitud eran maestras argentinas que, desde sus distintas realidades, aportan su granito de arena para cambiar las cosas. Tres en la multitud eran una docente porteña, otra bonaerense y una mendocina que fueron seleccionadas de entre 1.700.000 pares.

Una de ellas era Cristina Velázquez, integrante de la Red Telar, que conecta escuelas de todo el mundo a través de proyectos educativos en común. Durante el encuentro mostró su innovación, “Recursos tecnológicos siglo XXI”, que desarrolla en el Instituto Tomás Devoto de Villa Urquiza.

La multinacional Microsoft, tan millonaria como altruista, explicó que celebró este evento “para incentivar y premiar a los maestros de la región que con creatividad y espíritu innovador pusieron en práctica proyectos que, apoyados en la tecnología, han contribuido a potenciar el aprendizaje y las habilidades de las nuevas generaciones”.

Un total de 36 proyectos de 16 países formaron parte de la competencia que incluyó, entre otros desafíos, el montaje de una gran feria donde los docentes expusieron sus experiencias de inclusión de tecnología en el aula ante amables pero estrictos jurados calificados.

Silvana Carnicero, directora del Stratford School of English, en Avellaneda, se dio el gusto de volver a casa con un tercer lugar en la categoría “Colaboración”. El premio fue por sus “Proyectos colaborativos en línea” que incluyen, entre miles de iniciativas, trabajos de intercambio con colegios de todo el mundo usando blogs, foros, mails y tan diversos como creativos etcéteras.


El futuro ya llegó. Más allá de los méritos de todas, la estrella absoluta del trío de viajeras argentinas fue Graciela Bertancud, fundadora de la Escuela Tomas Edison, de Guaymallén, Mendoza, que se llevó dos premios por su “Aula digital”.

La mendocina ganó un segundo lugar en la categoría “Colaboración” y, además, un primer puesto en el rubro “Entre pares”, donde los jueces fueron los mismos docentes que asistieron al Foro.

El colegio Edison es la primera experiencia de educación digital de Latinoamérica. Cuentan con conexión inalámbrica a Internet y una computadora personal para cada alumno a partir de 5º grado. Pero no es una escuela millonaria. Todo se realizó gracias al esfuerzo y compromiso humano que implicó el desafío.

Los primeros equipos llegaron hace ya tres años, cuando los alumnos de séptimo, mayormente provenientes de familias con pocos recursos, decidieron destinar la plata que habían recaudado para su viaje de egresados en veinte Tablet PC usadas, que consiguieron a buen precio en un remate que realizó un banco de Miami.

Y así, remando, siguieron creciendo cada vez más. Hoy, hasta tienen pizarras electrónicas y le dijeron “chau” para siempre a las tizas. Actualmente son muy pocos los alumnos que pueden acceder en Argentina a una educación digital como la que propone la docente premiada.

Padres, personal escolar y alumnos del Edison trabajan constantemente para seguir evolucionando. Hacen ferias de comidas, reciclan papel y hasta desarrollan nuevos softwares económicos que los ayudan a mantenerse a tono con el veloz ritmo tecnológico que implica ser una escuela digital con techos de chapa y pisos de tierra.

Satisfecha con los logros, pero también absolutamente consciente de la paradoja que implica esta modernidad enclavada en el sur del mundo, Graciela Bertancud repite, emocionada y sonriente, abrazada a su premio en Guatemala, el sabio consejo que siempre le da a sus alumnos en Mendoza: “Usemos la tecnología para defender la empanada”. Así de simple.


*Desde Guatemala.

Sigue
Lejos, pero muy cerca


Guatemala tiene playas y zonas turísticas muy hermosas. Pero también tiene mucha pobreza. De hecho, es un país con uno de los índices más altos de analfabetismo. Por ejemplo en la capital, los colectivos llevan a alguien colgando del estribo para que grite el destino, ya que si no, la gente no sabe si tomarlo o no, porque son pocos los que saben leer.

No es extraño que ése haya sido el lugar elegido por Microsoft para llevar adelante el Foro de Docentes Innovadores. O sí. Pero según señaló el especialista de la Oficina Regional de Educación de la Unesco para América latina, Alfredo Rojas, la incorporación de nuevas tecnologías de información y comunicación “tiene aún más valor entre aquellos directivos de las escuelas que atienden a las poblaciones más pobres y vulnerables”.

martes, 9 de septiembre de 2008

Un edificio construído con un perfil claramente ecológico

En Mar del Plata
Un edificio que se alimenta del viento
Los molinos de la terraza transforman la brisa en energía para su funcionamiento

Lunes 8 de setiembre de 2008

Cefira, la torre que se alimenta con energía eólica

El secreto hay que buscarlo varios pisos arriba, sobre el techo del salón de usos múltiples, situado en la terraza. Allí, a 200 metros de los balnearios de Playa Grande, las delgadas aspas se dejan llevar por el viento, que sopla intenso desde el océano y permite acumular energía para abastecer instalaciones y espacios comunes de la torre Cefira, presentada como la primera torre sustentable de América latina. El edificio, desarrollado por dos jóvenes profesionales de 29 años, comenzó a ser construido el año pasado y, desde marzo del actual, tiene los departamentos de dos y tres ambientes listos para ser habitados. "Es una propuesta que apunta a una mejor calidad de vida con impacto positivo para el ambiente y sin generar mayores costos para el cliente", explicó a LA NACION el administrador de empresas Franco Tocagni, desarrollador inmobiliario de torre Cefira junto a su socio, el economista Francisco Moreno Ocampo. La incorporación de un generador de energía eólica para abastecer las necesidades del edificio es apenas una pieza dentro del concepto de sustentabilidad de este proyecto. El diseño del edificio, a cargo del reconocido estudio marplatense Mariani-Pérez Maraviglia, acompaña la propuesta con iluminación inteligente en pasillos y un excepcional acceso a la luz natural a partir de amplios ventanales que ocupan el 80 por ciento de la fachada y permiten una vista al exterior desde todos ambientes en los 14 departamentos. Las mejores ubicaciones ofrecen una excelente imagen de Playa Grande y del puerto. En la inversión, que superó los cuatro millones de pesos, el aerogenerador Invap SE, con capacidad para generar 4,5 kilovatios/hora, tuvo un costo mínimo. Pero sus beneficios son importantes, ya que la energía que almacena en las baterías -capaces de atender la demanda eléctrica del edificio durante diez días- abastece el suministro necesario para el funcionamiento de los dos ascensores y de toda la iluminación en espacios comunes. Esta propia provisión de electricidad para equipos e instalaciones, según se estima, podría significar un ahorro del orden del 15% en los valores habituales de las expensas. "En realidad, el aerogenerador nos provee de más energía de la que necesitamos", reconoce Tocagni, y se lamenta porque, mientras el país transita épocas de crisis energética, debe desperdiciar un importante caudal de lo que se genera en el edificio. Esa energía, cuenta, se podría utilizar para el abastecimiento de uno o dos departamentos. Pero esta opción fue descartada porque podía ocasionar algunas complicaciones al consorcio a la hora de distribuir los costos. La torre tiene siete pisos y está emplazada en la calle Matheu al 100. La mayoría de los departamentos, que salieron a la venta a mediados del año pasado, ya tienen dueño, pero hasta el momento son muy pocos los que están ocupados. "La excelente ubicación, la calidad de construcción y el valor agregado de ser un edificio sustentable lo han hecho muy atractivo", dice Guillermo Barrera, al frente de una de las inmobiliarias que comercializa estas unidades de dos y tres ambientes. La calidad de torre sustentable no lleva a este edificio a tener valores muy diferentes de los de otros de similares características construidos en la misma zona. Un departamento de tres ambientes, de los que sólo quedan tres en venta, cuesta entre 160.000 y 180.000 dólares. Tocagni contó a LA NACION que esta experiencia inicial con la torre Cefira les permitió trascender las fronteras, ya que han sido consultados para emprendimientos similares que se proyectan en Punta del Este y en Turquía. Y seguros de ir por el buen camino en la relación entre desarrollo inmobiliario y medio ambiente, desde el estudio Moreno Ocampo & Tocagni avanzan en Mar del Plata con otro edificio abastecido con energía eólica, y uno más en Capital, en el que incorporarán paredes solares y reciclado de agua de lluvias para riego y servicios sanitarios. "Tenemos el compromiso de incorporar nuevas tecnologías -dice Tocagni-, y ojalá conseguir este espíritu se convierta en una tendencia que sigan otros emprendedores."

jueves, 4 de septiembre de 2008

Un techo para mí país. Solución habitacional para la pobreza extrema. Primera semilla

La historia es ésta… En 1997 un grupo de jóvenes universitarios quisieron construir 350 viviendas de emergencia en el sur de Chile con gente de distintas universidades, buscando diversidad. Después de terminarlas, con un completo éxito, notaron que esas construcciones eran un punto de partida para un proyecto que con los años fuera gestando, además de construcciones, planes de intervención permanente en los asentamientos marginales.

Con este norte siempre presente y gracias a la masificación de un proyecto que llegaba a todas las regiones del país, el 2001 nace Un Techo Para Chile con la intención de tener un bicentenario (2010) sin asentamientos marginales. Los voluntarios no se dedicaban sólo a construir, sino que se quedaron en los asentamientos entregando capacitación en oficios básicos, alfabetización, nivelación escolar, planes de salud, fomento productivo y programas de micro crédito.

La máquina en Chile estaba andando, ahora había que soñar realmente en grande, había que compartir el método de trabajo y la experiencia en otros países de la región, con las familias en situación de pobreza de todo Latinoamérica.
Así nace Un Techo Para mi País. Tras los terremotos en El Salvador y en el sur de Perú, surge la primera "excusa" para cruzar las fronteras. Hoy estamos presente en Uruguay, Argentina, México, Perú, El Salvador, Colombia, Costa Rica y Brasil.

Hasta la fecha, hemos construido más de 30 mil viviendas de emergencia y hemos logrado involucrar a actores de los distintos sectores de la sociedad, especialmente a un grupo de más de cinco mil jóvenes voluntarios latinoamericanos que no van a permitir que los pobres sigan esperando.
En "Un Techo para Mí País" trabajamos con las familias más "pobres entre los pobres". Nuestro primer paso es la construcción de viviendas de emergencia, con la que comenzamos a denunciar la realidad de los asentamientos marginales, para poder desarrollar después programas integrales de intervención social, principalmente en áreas como la educación, micro créditos, capacitación en oficios básicos y desarrollo comunitario.

Integramos a cada uno de los actores de la sociedad, centrándonos en una lucha constante contra la pobreza, la injusticia y la falta de oportunidades. Queremos generar un cambio real en las conciencias de América latina, lograr que los jóvenes se hagan parte de una filosofía común, que se integren a los demás grupos de la sociedad y luchemos juntos contra la corrupción, el populismo y la demagogia. Para lograrlo buscamos a todo aquel que crea que la pobreza es un problema de todos, a todo aquel que no quiere permitir que los pobres sigan esperando.

viernes, 4 de enero de 2008

Los estragos de la desnutrición

Los estragos que provoca la desnutrición que se padece en la primera infancia son los más lamentados por una sociedad, ya que en esta etapa el cerebro sufre el mayor impacto. Este es el órgano que más rápidamente crece; pesa 35 gramos al nacer (seis monedas de un peso), a los 14 meses 900 g (150 monedas de un peso), y en el adulto, 1200 g (200 monedas de un peso); durante los dos primeros meses de vida crece a un ritmo de 2 mg por minuto. En la desnutrición, no sólo se detiene el crecimiento cerebral, sino que además se presenta una atrofia del cerebro. La suerte del sistema nervioso central está determinada en los primeros 14/18 meses de vida. Si durante este tiempo el niño no recibe una adecuada ingesta de nutrientes y estimulación adecuada, se transformará en un débil mental.

El 1er. año de vida es la primavera del sistema nervioso central, después viene el verano y luego el otoño. Si perdimos la primavera, hemos perdido la posibilidad de preservar ese cerebro precioso.

Si preservamos el cerebro, luego podremos educarlo.

La educación es una semilla maravillosa, pero toda semilla para fructificar necesita un sustrato. El sustrato que necesita la educación es un cerebro intacto.

Lamentablemente, la mortalidad infantil es un indicador indirecto de desnutrición. Si tenemos en nuestro país una mortalidad infantil del 17 por mil o 20 por mil, según el destacado especialista chileno Mönckeberg, la desnutrición es la misma. La cifra no es tan mala si la comparamos con Bolivia o Gambia, pero es tremenda si la comparamos con Chile, donde la mortalidad infantil es del 7,5 por mil.

Abel Albino

Presidente de la Fundación Conin, www.conin.org.ar
Diario La Nación, 17 de noviembre de 2007