jueves, 26 de febrero de 2009

Guía para construir ciudades sustentables

Entrevista a Manuel Ludueña
Guía para construir ciudades sustentables
El especialista en planificación urbana plantea que las ciudades con potencial para aplicar eficazmente criterios de sostenibilidad son las economías de escala local.
Arq. Guillermo Tella, con la colaboración de Alejandra Potocko (Diario El Cronista. Jueves 26/02/2009

La urbanización es el asentamiento humano predominante del planeta. La tecnología, la demanda de recursos y la presión creada por los actuales modos de producción y consumo han transformado la relación entre los seres humanos y el medio natural. ¿Cómo sobrellevar los efectos de las ciudades y regiones urbanas sobre el ambiente? ¿Cómo crear ciudades más sostenibles? Investigadores y activistas reclaman la necesidad de reconvertirlas para lograr un sistema socio-ecológico con resultados positivos. Abordamos estas cuestiones en charla exclusiva con Manuel Ludueña, planificador urbano comprometido con la difusión y aplicación de prácticas urbanas sostenibles.

¿Cuáles son las premisas para construir ciudades más sostenibles?

La construcción de la ciudad sostenible pasa por atender y procurar que funcione como un ciclo completo de energías y materiales. La recuperación de la ciudad construida, modificada, rehabilitada por sus habitantes es una condición imprescindible para su sostenibilidad. Pacificar el tránsito en todos los planos y distancias resulta una labor prioritaria. Es necesario por tanto una organización de la ciudad, del espacio urbano, acorde con la posibilidad de percibir la totalidad o la mayor parte posible de personas, objetos, energías e información que la conforman. En este sentido, la ciudad tiene que ser abarcable.

¿Cuál es el estado actual de estas cuestiones? ¿Cuáles son las experiencias de ciudades que iniciaron su propia transformación?

El avance hacia el desarrollo sostenible ha sido lento a pesar de los cambios en la gestión ambiental, la profundización en la comprensión de la relación entre medio ambiente y desarrollo, y a pesar de las soluciones viables encontradas a lo largo de los últimos 20 años para varios de los problemas ambientales, tales como la contaminación industrial del aire y el agua, la erosión de la tierra a escala local, la tala de mangles para la acuicultura y las emisiones de gases de los vehículos motorizados.

Para nuestras grandes metrópolis se ha sugerido y en ocasiones experimentado por medio de subsistemas en barrios-ciudad, dando cabida a cierta complejidad de lo urbano y a su diversidad, con capacidad de construir su propia centralidad e identidad colectiva, no tan grandes que la población los desconozca.

Hay experiencias de ciudades que iniciaron su propia transformación: Curitiba (Brasil), Adelaida (Australia), Zurich (Suiza) -galardonada con el título de ciudad con mayor calidad de vida en el mundo por dos ocasiones consecutivas (2006-2008)-, Vancouver (Canadá), entre otras. A medida que la conciencia de los problemas han ido creciendo, cada experiencia tuvo sus propias particularidades, aciertos y fracasos, de manera que no hay una receta y reglas para la rehabilitación ecológica de la ciudad: lo único común a todas ellas es, precisamente, el afán por una nueva acción política democrática que permita reconstruir el alma colectiva de la ciudad.

Varios ejemplos exitosos demuestran la viabilidad de desarrollar y poner en práctica políticas que vayan dirigidas a por lo menos algunos de los problemas ambientales en las ciudades, como la contaminación del aire urbano.

Por ejemplo, los sistemas integrados de transporte público desarrollados en Curitiba (Brasil) y Bogotá (Colombia) y se han convertido en un modelo para las otras grandes ciudades de la región y de Europa. Otros ejemplos incluyen la agricultura urbana y la restauración del malecón de La Habana (Ciudad Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO), las reformas del derecho de aguas en Chile que han mejorado la eficiencia del agua y el tratamiento de las aguas residuales y el esquema de gestión de residuos sólidos de base comunitaria adoptado en Curitiba (Brasil). Todos se basan en una buena planificación y gestión ambiental para las ciudades.

Desde la planificación, ¿cuáles son los criterios y los instrumentos de intervención?

Ante todo, es necesario reconocer que las ciudades con potencial para aplicar eficazmente criterios de sostenibilidad son las economías de escala local, basadas en una mayor eficacia en el uso de los recursos renovables disponibles, con opciones técnicas de bajos efectos ambientales, y en densas redes de comunicación que faciliten la introducción de nuevas prácticas socio-productivas.

Para ello, el uso de instrumentos económicos y el cumplimiento efectivo de la normativa ambiental tiene que complementarse con una planificación urbanística participativa y orientada ecológicamente como base estratégica para la sostenibilidad.

Desde la planificación, en cualquier propuesta territorial hay que proponerse alcanzar una ciudad más compacta, con un urbanismo de calidad y una dotación de servicios públicos importantes, incluyendo una gran superficie de zonas verdes y corredores arbolados, con una gran potencialidad para conectarse con el campo.

A ello habrá que sumarle la necesidad de crear una serie de espacios naturales periurbanos que enmarcan el ámbito urbano y funcionan como eco-tono entre la ciudad y el territorio rural. Es lo que generalmente se denomina Anillo Verde.

Por otra parte, es necesario considerar la matriz agrícola, que incluye una importante red de ríos y arroyos sobre un extenso acuífero, bosques-isla, caminos y vías enlazando las rutas rurales y las tradicionales. La imagen se completa con una red para poderse desplazar entre los pequeños pueblos, así como la puesta en valor de la arquitectura rural. Finalmente, se deberá considerar la puesta en valor de los sistemas naturales, como bosques, pastizales y riberas de valor ecológico y paisajístico en la región de pertenencia de la ciudad.

¿Puede señalar algunas líneas de actuación que respondan a esos criterios?

Siendo el tamaño de las urbes un factor primordial en su capacidad de desarrollo sostenible, es necesario poner límites a la extensión y crecimiento espacial de la ciudad, favorecer la proximidad frente a la dispersión, dar prioridad a la rehabilitación y regeneración de la ciudad frente a la creación de nuevo suelo urbano.

Además, para reducir los impactos sobre el medio natural y urbano, se debe favorecer la movilidad peatonal, reducir las necesidades de transporte motorizado y promover el uso de transporte público frente al uso del vehículo privado. Otras líneas se dirigen a eliminar las barreras arquitectónicas para favorecer la accesibilidad a vivienda, equipamientos, servicios, etc. Y recuperar la calle y las plazas como lugares de encuentro social.

¿Cuáles son los desafíos y oportunidades para crear ciudades más sostenibles?

Propiciar una participación amplia en el proceso de toma de decisiones sobre el desarrollo sostenible, es algo a lo que instó la Agenda 21, entre otros importantes desafíos. La Agenda 21 es un Programa de las Naciones Unidas para promover el desarrollo sostenible desde el punto de vista social, económico y ecológico. Detalla acciones que deben ser encaradas a nivel mundial, nacional y local para reducir los impactos humanos sobre el medio ambiente.

La enorme diversidad de los asuntos a considerar en la elaboración de políticas de desarrollo sostenible, unida a las aspiraciones de transparencia, convierten el diseño de la participación ciudadana en una tarea de grandes proporciones. Si se trata la participación de forma superficial fácilmente podría no ser más que "hablar por hablar". La tarea de diseñar un proceso de toma de decisiones moderno, transversal, transparente e informado no solo representa un desafío en cuanto a su concepción sino que también requiere un enorme incremento de las capacidades locales para la democratización de las instituciones, públicas y privadas, y la toma de decisiones.