lunes, 29 de octubre de 2007

Jornada de Liderazgo organizada por SRA, Celafor y Aacrea

Segunda Jornada de Liderazgo Local, organizada por la Asociación de
Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea), la Sociedad
Rural Argentina (S.R.A.) y el Centro Latinoamericano de Formación
(Celafor)

Impulsan la formación de líderes sociales y comunitarios

"En nuestro país, los problemas políticos, económicos y sociales tienen
un espacio de deliberación y análisis centrado en el diagnóstico. Pero
nos abstenemos de pasar a la acción en el espacio de contribución a lo
público." Así comenzó el rabino Sergio Bergman su disertación en la
segunda jornada de Liderazgo Local organizada por la Asociación
Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea),
la Sociedad Rural Argentina (SRA) y el Centro Latinoamericano de
Formación (Celafor) con el título ´El desafío de transformar la
realidad .

La frase de Bergman representó el punto de partida de este encuentro,
cuyo objetivo fue demostrar que la realidad se puede cambiar a partir de
la integración de todos los actores sociales en pos de un país mejor.
Unos 350 líderes del ámbito social, empresarial y político estuvieron
presentes en el encuentro para compartir experiencias
comunes. "Revisemos lo que somos capaces de hacer en lo privado -instó-
y realicemos una transferencia a lo público, pero no caigamos en la
fascinación de pensar que la sociedad civil va a arreglar el país. El
hambre no se arregla con comedores, sino con políticas de Estado."

Tras el discurso de Bergman fue el momento de conocer diferentes
testimonios de emprendedores del interior que, desde distintos ámbitos,
participan en sus comunidades con proyectos concretos de desarrollo
local.

La primera en hablar fue la coreógrafa y bailarina Inés Sanguinetti,
directora de la ONG Crear Vale la Pena, que promueve la integración
social a partir del arte y cuenta con tres Centros Culturales
Comunitarios ubicados en barrios pobres de Buenos Aires, donde desde su
creación en 1993 vio pasar a más de 5900 alumnos. "El desafío es pasar
de la sobrevivencia a la trascendencia", aseguró.

Luego, Sebastián Deym presentó La Chocleada, un proyecto solidario que
involucró a instituciones públicas y privadas de la localidad cordobesa
de Alejandro Roca con el fin de llevar un plato de comida a más de
30.000 personas. Así, los alumnos del colegio secundario de esa
localidad cosecharon a mano una hectárea de maíz donada por un productor
de la zona, dando como resultado 100.000 choclos que fueron destinados
al banco de alimentos, para luego ser distribuidos en distintos
comedores.

Benjamín Buteler, por su parte, se refirió a su experiencia de
participación cívica y construcción de poder político en Villa Allende,
donde en un contexto de altos índices de corrupción y delincuencia
Buteler llegó a ser concejal a partir de la formación de una asociación
civil llamada Viva (Vecinos Independientes de Villa Allende), cuya
plataforma no comulgaba con ningún partido político en particular.

Lazos de confianza

Otro caso paradigmático presentado en la jornada fue el del partido de
Rivadavia, ubicado en el noroeste de la provincia de Buenos Aires, que
gracias a la articulación entre la municipalidad y los empresarios
agropecuarios se convirtió en una comunidad para imitar. El ejemplo más
claro de esta construcción de confianza fue la fundación del Centro de
Formación de Emprendedores de Rivadavia, una asociación civil que brinda
capacitación a cientos de jóvenes que en un futuro cercano serán pilares
del desarrollo comunitario.

El empresario Alan Clutterbuck también estuvo presente para contar su
experiencia en la Fundación Red de Acción Política (RAP), una
organización apartidaria que promueve la construcción de capital social
dentro de la clase política, brindando contención y apoyo a nuevos
dirigentes y propiciando espacios de articulación entre ellos. "La
Fundación RAP se propuso meterse dentro del sistema, cambiar y mejorar
las cosas desde adentro a partir de una serie de valores compartidos,"
expresó Clutterbuck.

El cierre de la Jornada estuvo a cargo del ex ministro de Educación Juan
Llach, que subrayó la importancia de contar con un buen sistema
educativo en el que converjan el mundo empresario y el mundo docente.
Pero consideró que "las leyes sobre educación son sólo el plano del
edificio, los pisos los va a construir la sociedad civil".



Más información: www.aacrea.org.ar y www.celafor.org.ar

viernes, 26 de octubre de 2007

Consumidores y productores se unen por la causa del comercio equitativo

Apoyo de España a campesinos y artesanos

Por Analía H. Testa
De la Redacción de LA NACION

Ya no son sólo las organizaciones no gubernamentales las que promueven la reflexión acerca del impacto de la producción agroindustrial en los recursos naturales y en las comunidades de origen. Los mismos consumidores generan presión en una tendencia que parece no tener vuelta atrás: la conciencia crítica acerca de sus necesidades y de las consecuencias de sus decisiones de compra.

Nadie puede, por sí solo, torcer el rumbo de las políticas macroeconómicas que parecen tornar cada vez más vulnerables a los pequeños campesinos o a los artesanos de minorías étnicas, sin embargo, está al alcance de los consumidores elegir productos que favorezcan el desarrollo de sus comunidades.

Esta manera directa de promover una mejor inserción en el mercado de los que se esfuerzan por superar la economía de subsistencia, ha ganado fuerza a través del movimiento del comercio justo. En rigor, la estrategia consiste en limitar el número de intermediarios "especulativos" en la cadena comercial, de manera que el máximo beneficio sea para el primer eslabón. Los principios básicos en los que se sostiene la iniciativa son salarios y condiciones de trabajo dignos, igualdad entre hombres y mujeres, ausencia de explotación infantil y respeto por el medio ambiente.

Se estima que sobre el precio final de un artículo, el productor recibe entre el 20 y 50 por ciento. Además, obtiene la prefinanciación de una parte de los pedidos de los importadores y recibe la totalidad del pago al entregar su mercadería, explica María Herranz Gete, de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo (CECJ), de España, quien visitó recientemente la Argentina para ofrecer capacitación y conocer grupos de artesanos indígenas de Formosa, por iniciativa de la Comisión de Cooperativas y ONG de la Cámara de Diputados y de la Agencia Española de Cooperación Internacional en la Argentina.

Según la especialista, en este movimiento la firma importadora suele obtener un beneficio neto del 5 al 10%, que se reinvertiría en proyectos de fortalecimiento del comercio justo. A su vez, las tiendas de venta minorista lograrían un beneficio neto de entre un 5 y un 20 % del precio final, según su facturación, que también se volcaría a la promoción. Con la compra de productos de comercio justo se contribuye a cambiar las actuales pautas de producción y de consumo.

Este movimiento ha logrado gran adhesión en los últimos años, especialmente entre consumidores de alto poder adquisitivo. Así lo constatan en Intermón Oxfam, una ONG española, que cuenta con más de 250.000 socios y cuyo objetivo es organizar campañas para sensibilizar a la población respecto de los problemas que afectan a los campesinos de países pobres y ofrecer ayuda a organizaciones de productores del Hemisferio Sur mediante el "partenariado comercial".

Proyectos de largo alcance

La relación que se establece supera la de un proveedor con su cliente; apunta a mantener la sostenibilidad de los proyectos y su integración al mercado convencional, según explica José García Ruiz, directivo de Intermón Oxfam, quien también estuvo de paso por el país.

El objetivo es que, con el tiempo, las organizaciones de productores ganen independencia y tengan mayor impacto en la lucha contra la pobreza. Para lograrlo, "es fundamental mantener los volúmenes de compra, los precios pagados, la prefinanciación y los plazos de entrega", opina García Ruiz.

La gama de productos que ofrece esta ONG, en unas 40 tiendas distribuidas por toda España, comprende artesanías textiles, marroquinería, juguetes, alimentos (café, chocolate, infusiones, especies, pastas, cereales), prendas de vestir y cosméticos. Distribuyen productos de unas 46 organizaciones de comercio justo de 18 países de América latina, Africa y Asia.

Cada año, distribuyen el presupuesto de compra según criterios previamente establecidos: el índice de pobreza del país al que pertenece el grupo de productores, el grado de participación de las mujeres en las organizaciones rurales y el nivel de desarrollo del grupo (dando prioridad a los que más necesitan apoyo). También se evalúa la capacidad de crecimiento, el desarrollo de novedades y el potencial comercial de sus productos para acercar una propuesta de compra.

Uno de los indicadores de la creciente importancia del consumo responsable en Europa es la creación de la CECJ, ya en 1996, en España, cuyo propósito es promover este movimiento como herramienta eficaz de cooperación y "generar conciencia acerca del poder de compra a la hora de cambiar estas injustas estructuras", explica Herranz Gete.

La CECJ no sólo organiza campañas sino que encara investigaciones para mejorar el impacto y favorecer la expansión del Comercio Justo y participa en organizaciones internacionales con las que comparte objetivos.

Tendencia en aumento

La Organización Internacional de Comercio Justo cuenta con 300 miembros de más de 60 países. Aproximadamente el 65% de ellos pertenece al hemisferio sur (distribuidos en Asia, Africa y América latina); el resto se encuentra en Europa, América del Norte, Japón, Australia y Nueva Zelanda.

Según la Fairtrade Labelling Organization, "las ventas de productos certificados de Comercio Justo aumentaron un 37% en 2005 respecto del año anterior, con negocios por 1141 millones de euros. En Europa, las participaciones más altas en ventas de Comercio Justo son Alemania, Suiza y el Reino Unido, seguidos por Francia y Holanda.

En el Viejo Continente hay más de 2800 "tiendas solidarias" y más de 55.000 supermercados e hipermercados venden productos de Comercio Justo.



Publicado en diario La Nación de Buenos Aires, sábado 6 de octubre de 2007. Suplemento Campo

martes, 23 de octubre de 2007

R.S.E. Un auge que busca crecer

Cada vez más directivos de compañías se comprometen con lo social y esto los impulsa a generar estrategias de RSE más profundas e integrales en sus respectivas empresas

El auge de la responsabilidad social empresaria (RSE) que se está viviendo en nuestro país, y que muchos tildan de moda pasajera, enfrenta un desafío: involucrar a los dirigentes de las empresas para que las estrategias que se ponen en práctica sean integrales y de largo plazo.

Datos esperanzadores muestran que el 37% de los líderes de compañías se compromete en forma personal con alguna entidad no gubernamental, el 34% contribuye con tiempo o dinero en alguna iniciativa y el 23% toma conciencia de problemáticas sociales. Esta tendencia refleja un camino hacia la inclusión de una estrategia de RSE a nivel compañía, donde se multiplique la participación de todos los ciudadanos en temáticas de necesidad básica.

Los números mencionados se conocieron durante el X Encuentro Anual de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) Bases para el progreso argentino. ¿Cuál es nuestra responsabilidad como dirigentes?, como resultados de la encuesta sobre Visión País realizada entre 426 socios y empresarios vinculados con la ACDE.

Muestra de esta tendencia es Alan Gegenschatz, presidente y gerente general de TNT Express Argentina, que hace cinco años apoya junto a su esposa a la parroquia de San Francisco Solano, en Bella Vista. También, desde 2000, se desempeña como líder-empresario en la Fundación Avina.

"Siento una gran responsabilidad por llevar adelante la estrategia de RSE de TNT. Tengo también la oportunidad de demostrar que nuestras políticas apuntan a ser responsables en cada uno de los aspectos de nuestra compañía y de nuestro negocio. Todo en TNT apunta a una actitud responsable hacia las personas, el medio ambiente y la sociedad", dice Gegenschatz.

En cuanto a la opinión sobre cuál sería la organización más viable para canalizar una activa participación en aras de lograr acuerdos fundamentales para el progreso, la opinión de los encuestados se inclina por las de la sociedad civil y las entidades empresariales.

Otro ejemplo es el de Federico Seineldin, directivo de Openware: "Presido MoveRSE, movimiento local para la promoción de RSE en Rosario, que es centro de una red de alcance nacional, e integro los comités consultivos de organizaciones como Fundación SES; Nodo Tau, Compañía Social Equidad y Revista Sinergia. Acompaño, además, al proyecto Radio La Colifata desde sus comienzos, por el cual siento un cariño especial, y colaboro con las fundaciones Endeavor, Ashoka y Avina".

Nota publicada en el diario La Nación de la ciudad de Buenos Aires el sábado 20 de octubre de 2007